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March 28, 2024

El Gobierno de Trípoli anuncia la muerte en combates de 15 soldados de Hafter

Trípoli, 2 dic (EFE).- Al menos 15 soldados de las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia, murieron hoy en combates con milicias afines al gobierno sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) en el sur de la capital, informaron fuentes de Seguridad.

Según el general Ahmad Abu ShAma, portavoz de la “Operación Volcán de la Ira”, que integra milicias de Trípoli y de la ciudad-estado de Misrata, los enfrentamientos se produjeron en los alrededores de la localidad de Ain Zara, una de las que componen el cinturón sur de la capital, y durante los mismos las fuerzas del GNA destruyeron, además, una decena de vehículos militares.

Entre las víctimas mortales están mercenarios del grupo armado sudanés Janjaweed, una tribu árabe a las órdenes del gobierno de Jartum que durante más de tres décadas ha sido la fuerza de vanguardia en la guerra de la región sudanesa de Darfur, afirmó la fuente.

Los vehículos artillados pertenecían al batallón 166, una fuerza de elite de las que varios de sus soldados fueron capturados, agregó.

Ni las presuntas bajas ni la presencia de los milicianos árabes sudaneses en el cerco de Trípoli, emprendido el pasado 4 de abril, ha sido confirmado ni desmentido por las fuerzas afines a Hafter, que controla la mayor parte de libia desde su base en las ciudades orientales de Bengazi y Tobrouk, esta última sede de un gobierno no reconocido por la comunidad internacional.

El supuesto golpe se produce apenas 24 horas después de que el GNA asegurara haber matado a varios mercenarios rusos aliados de Hafter en la localidad vecina de Kasr ben Gashir, información que tampoco ha sido confirmada ni desmentida aún.

Se cree que forman parte de la empresa privada de seguridad militar (PMSC) “Wagner Group”, propiedad del controvertido oligarca Yevgeny Prigozhin, restaurador personal y persona de máxima confianza del presidente ruso, Vladimir Putin.

“Tenemos militares rusos, hay uno o dos equipos técnicos que nos ayudan para reparar algunas piezas en campos de batalla porque la mayoría de las armas son rusas”, admitió semanas atrás el portavoz de la operación militar “Al Karama” Ahmed al Mismari en la televisión “Al Hadath”, órgano de propaganda del Ejército Nacional Libio (LNA), la milicia bajo el mando del mariscal.

La presencia de mercenarios rusos en el cerco de Trípoli se descubrió el pasado septiembre después de que siete de ellos murieran en un bombardeo en el extrarradio.

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.

En la actualidad está dividida en dos gobiernos: el de Trípoli, aliado de la poderosa ciudad-estado de Misrata y reconocido por la comunidad internacional, y el que tutela Hafter, un exmiembro de la cúpula gadafista que fue reclutado en la pasada década de los ochenta por la CIA y trasladado a Estados Unidos, donde adquirió la nacionalidad y se convirtió en el principal opositor en el exilio.

Desde abril pasado, las tropas de Hafter asedian Trípoli con el objeto de conquistar la capital, una ofensiva que ha causado ya cerca de 1.500 muertos, más de 10.000 heridos y obligado a más de 100.000 personas a convertirse en desplazados internos.

La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU volvió a expresar su profunda preocupación por la reciente escalada de la violencia en Libia e instó una vez más a todas las partes en el conflicto a firmar un alto el fuego que permita recuperar la negociación.

Asimismo expresó su preocupación por la reiterada violación del embargo de armas impuesto en 2011 por parte de algunos de los países aliados -Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania, Egipto, Rusia y Francia por parte de Hafter, y Turquía y Qatar, además de Italia, por parte del GNA, al que todavía apoya la mayor parte de la Unión Europea.