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April 18, 2024

Residentes del sur de P.Rico se mantienen sorprendidos por el terremoto

Ponce (Puerto Rico), 7 ene (EFE).- Varios residentes del municipio de Ponce, al sur de Puerto Rico, permanecen sorprendidos y preocupados por el terremoto de 6,4 grados de magnitud que sacudió en la madrugada de este martes a la isla y que aún mantiene al territorio caribeño sin servicio eléctrico.

“Fue demasiado fuerte para nosotros. Yo no quiero llegar ni al apartamento. Sigo la alerta de los temblores y cada vez entra uno y eso me pone nervioso”, expresó a Efe Raúl Rodríguez, padre de cuatro hijos y residentes del residencial público (barriada popular) José N. Gándara de Ponce.

Tras el sismo, Rodríguez y su familia salieron de su residencia ante el temor de que fuera a colapsar o que le provoque algún daño estructural, pero después de avistar la residencia, la misma no tenía mostraba ningún peligro significativo.

Aún así, Rodríguez y su familia decidieron mantenerse fuera de su vivienda y acomodarse en las afueras de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias (OMME) de Ponce, adonde llegó también la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, tras hacer un recorrido por varias zonas afectadas de la zona sur de la isla.

“Vamos a estar afuera hasta que nos digan que está todo más calmado”, sostuvo Rodríguez, quien opinó que el terremoto de la madrugada de este martes, así como los demás movimientos telúricos que se han registrado en la zona sur-suroeste de Puerto Rico desde el pasado 28 de diciembre, son porque “la naturaleza está hablando”.

“Estamos haciendo mucho daño y ya se esperaba que pasara esto”, agregó el ciudadano a Efe.

Por su parte, Maritza Arroyo Pérez, también residente del residencial público José N. Gándara, describió a Efe como “horrible” el terremoto ocurrido en la mañana de este martes y que provocó la caída del servicio eléctrico en la isla.

“Esto va a seguir. No va a parar, y espero que no siga a algo mayor. Hay que estar pendiente a los niños y a los ancianos”, expresó Arroyo Pérez, quien sufrió el temblor junto a su hija de 27 años.

“Casi nadie ha dormido, y si lo han hecho, es afuera de sus casas”, detalló.

Arroyo Pérez, mientras tanto, sostuvo que mantendrá su fe en Dios ante cualquier otro fuerte terremoto que sacuda a la isla.

“Con tal que tengamos a Dios, hay que seguir adelante. La fe mueve montañas y con tal que uno ponga a Dios primero, hay que seguir adelante”, sentenció.

Mientras tanto, la maestra Marilú Ramos, residente del municipio de Guaynabo -aledaño a San Juan- y quien se encontraba en Ponce acompañando a un familiar, describió que por el terremoto sintió “un susto inmenso”.

“Eso se sintió bien fuerte. Los espejos, las gavetas y coqueta se querían mover de lugar. Me levantó de la cama… ¡y cómo!”, resaltó Ramos, una de cinco miembros de la familia habitante de una urbanización en Guaynabo.

Luego del terremoto de 6,4 grados de magnitud a las 04.25 (08.25 GMT), se registró otro de 6,0 a las 07.18 (11.18 GMT) de la mañana, que también sacudió a toda la isla.

“Después del segundo temblor, decidimos orar para relajarnos y ahí logramos estar más calmados”, rememoró Ramos, quien afirmó sentirse “bien segura” en su residencia por su tipo de construcción.

Por otra parte, el coronel y jefe de Estado mayor de la Guardia Nacional en Puerto Rico, Samuel Agosto, y quien acompañó a la gobernadora Vázquez y al ayudante especial de la Guardia Nacional local, José Reyes, a Ponce, detalló a Efe las funciones que tendrá luego de su activación al estado de emergencia.

“Dirigimos trabajo a lo que sea a través del estado y los municipios, coordinamos y damos apoyo a esos recursos como ingeniería, médica y aviación”, explicó Agosto, quien también trabajó como director de operaciones de la Guardia Nacional tras el paso del huracán María en septiembre de 2017.

“Estamos dispuestos a ayudar a los pueblos del área sur”, enfatizó.

En Ponce también es donde único se ha reportado una persona fallecida por el terremoto, un hombre de 73 años, a quien le cayó una pared de cemento de su habitación encima.