México, 8 abr (EFE).- Amnistía Internacional y otras organizaciones civiles hicieron este miércoles un llamado urgente al Gobierno mexicano para que cumpla con “su deber de prevenir y atender las violencias contra las mujeres” en medio de la pandemia de COVID-19.
Los organismos explicaron que la petición obedece a que, debido a las medidas establecidas para evitar la propagación del coronavirus, se intensifica el riesgo de violencia doméstica.
Ademas de Amnistía Internacional, Equis Justicia para las Mujeres y la Red Nacional de Refugios advirtieron de la necesidad de que se agilice el proceso para dotar recursos a los refugios que alojan y protegen a las mujeres que han padecido actos de violencia.
Dichos lugares fueron incluidos en el catálogo de “servicios esenciales” durante la cuarentena para mitigar la expansión del COVID-19.
Sin embargo, estos sitios continúan operando con sus reservas de dinero y a través de donativos, en momentos en los que los 29 refugios y 9 casas de emergencia y de tránsito con los que cuenta la red se encuentran “al 80 o hasta más del 100 por ciento de su capacidad”.
Las organizaciones instaron al Estado mexicano a establecer un mecanismo que garantice recursos para los refugios de “manera permanente” para que puedan trabajar todo el año sin ningún tipo de carencia.
También hicieron un llamado para que los Centros de Justicia para las Mujeres (CEJUM) operen en horarios regulares, en los que proporcionen todos los servicios interinstitucionales y especializados de atención con perspectiva de género, incluyendo los albergues temporales con los que cuentan.
Del mismo modo, argumentaron que debido a la pandemia la suspensión de labores de los Poderes Judiciales del país ha dejado en “total desprotección” a miles de mujeres en el país ante los distintos casos de violencia que enfrentan.
México registró más de mil feminicidios -asesinatos por razón de género- durante 2019, según los datos oficiales. En general, en el país diez mujeres son asesinadas al día, una cifra que aumenta año con año.
Las organizaciones expusieron que uno de los casos más visibles es el feminicidio de la niña Ana Paola, quien fue abusada sexualmente y asesinada dentro de su casa en Nogales, Sonora el pasado 2 de abril, en plena contingencia.
Reconocieron que se vive un momento difícil pero aún así se deben mantener vigentes las medidas que garanticen el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia.
Agregaron que el Estado mexicano “no debe abandonar a las mujeres en medio de la emergencia” y que “no es posible esperar más para reforzar las acciones que evitarán que la violencia en los hogares y feminicidios incrementen durante la cuarentena”.
Finalmente, señalaron que entre las medidas urgentes que se deben tomar están las líneas de atención telefónica y alarmas silenciosas con geolocalización o los albergues transitorios.
