Nueva York, 8 sep (EFE).- La joven japonesa Naomi Osaka, campeona del Abierto de Estados Unidos, recibió hoy su trofeo con lágrimas ante el abucheo del público, que tenía como favorita a la norteamericana Serena Williams, y el reconocimiento de su rival, que tomó la palabra para calmar a los aficionados.
La nipona, de solo 20 años y vigésima cabeza de serie, derrotó por un clarísimo 6-2 y 6-4 a Williams, que perdió por completo el control durante el encuentro y, una vez concluido el mismo y ante los silbidos de los aficionados contra la ganadora, abrazó a su rival para consolarla y pidió silencio y respeto para ella.
“No quiero ser grosera. Ella jugó bien. Hagamos de este el mejor momento posible, no abucheemos más”, solicitó, micrófono en mano, Williams al público que abarrotaba la pista central Arthur Ashe.

Pero ya era demasiado tarde para evitar la ofensa y ver cómo la ganadora, que conquistaba esta noche su primer Grand Slam, lloraba y era incapaz de disfrutar un momento histórico como ese.
Por primera vez en el Abierto de Estados Unidos, la ceremonia de trofeos fue ahogada por silbidos y abucheos en apoyo a la perdedora y contra la campeona cuando el encargado de la presentación, Tom Rinaldi, la comenzó.
Williams se echó a llorar, tratando de corregir su lamentable actuación durante el encuentro, en el que no pudo lograr su vigésimo cuarto título de Grand Slam. Ante la falta de respeto de los aficionados por la campeona, Serena reaccionó.
Esta acción ha sido considerada, en un comunicado difundido en Twitter por la organización del US Open, por Katrina Adams, exjugadora y presidenta de la Asociación de Tenis de Estados Unidos, “un gesto de clase de una campeona de verdad”, ya que “era el momento de Naomi y Serena quería que ella lo disfrutara”.
“Sé que ella estaba frustrada por la forma en que se acabó el partido, pero la manera en que dio un paso adelante tras la final y dio todo el crédito a Naomi dice mucho a su favor”, continúa.
Osaka hizo historia en la pista tras 79 minutos de dominio sobre la menor de las Williams, pero su encuentro quedará diluido para siempre por las escenas hostiles protagonizadas por Serena, descontrolada ante el juez de silla, Carlos Ramos, cuya única culpa fue cumplir a rajatabla el reglamento y el código ético.
Serena Williams, que al final no pudo firmar historia deportiva e igualar la marca de 24 títulos de Grand Slam en posesión de Margaret Court, sí la consiguió negativamente al ser la única tenista que ha perdido tres veces el control en Flushing Meadows, tras la semifinal de 2009 y la final de 2011.

Ahora falta ver cuál será la decisión que tomen los máximos dirigentes del torneo y del tenis femenino cuando estudien con todo detalle lo sucedido en la 50ª edición del último “grande” del año.
Osaka gana su primer Grand Slam a costa de una desquiciada Serena Williams
Nueva York, 8 sep (EFE).- La tenista japonesa Naomi Osaka, vigésima cabeza de serie, venció este sábado en la final femenina del Abierto de Estados Unidos a la local Serena Williams, decimoséptima favorita y que acabó desquiciada, por 6-2 y 6-4, y se proclamó campeona del último torneo de Grand Slam de la temporada.
El triunfo de Osaka, de 20 años, la convierte en la primera tenista japonesa que logra un título de Grand Slam, y deja su marca en 2-0 en los enfrentamientos que ha tenido con la mejor tenista del mundo.
La nueva campeona se lleva un premio en metálico de 3.800.000 dólares, mientras que la finalista ganó 1.850.000 dólares.
El duelo de generaciones entre Osaka, la joven ídolo de Williams, de 36 años, a la que admira e imita en su estilo de tenis físico y de poder desde el fondo de la pista, esta vez dejó a la alumna como la gran vencedora con un tenis impecable durante la apenas hora y 19 minutos que duró la acción en la pista central Arthur Ashe Stadium.
Osaka, que ya había ganado a Williams, en la primera ronda del pasado Masters 1000 de Miami, la superó de nuevo en todas las facetas del juego, con un saque consistente, un resto impecable que le permitió hacerle cuatro quiebres en cinco oportunidades, por apenas uno que cedió en las seis que tuvo la exnúmero uno del mundo.
El dominio completo de Osaka hizo que Serena perdiese por completo el control y las maneras de educación y deportivas en la pista al enfrentarse abiertamente con el árbitro del partido Carlos Ramos, al que llamó “ladrón y mentiroso”.
Serena fue amonestada por Ramos que le acusó de que su entrenador Patrick Mouratoglou le había ayudado desde el box y le quitaron un juego en el segundo set.

Ramos le sancionó con un ‘warning’ por supuestamente haber recibido un consejo de su entrenador Patrick Mouratoglou, que estaba sentado en el box de la estadounidense. Esa acción podría ser considerada coaching y conlleva sanción.
La perdida del punto, hizo que Serena estallase contra el juez: “Me levantó el pulgar y me dijo: ¡Vamos!. Yo no hago trampas para ganar.
Preferiría perder. Sólo te lo digo. Me has robado, me debes una disculpa nunca hice trampas en mi vida, tengo una hija y sólo hago lo que es correcto. Eres un ladrón y un mentiroso. Me debes una disculpa”.
Tras ese duro intercambio de palabras, Serena recibió otra amonestación por parte de Ramos y le quitó un juego, que dejó el marcador del segundo set en 5-3. “¿Me vas a quitar esto porque soy una mujer?”, reclamaba Williams.
El castigo fue decisivo para que el partido acabase del lado de Osaka, que se convierte en la nueva reina del Abierto de Estados Unidos y Williams se queda sin el séptimo título en Flushing Meadows y el vigésimo cuarto de Grand Slam, con el que esperaba empatar a la mejor de todos los tiempos la legendaria australiana Margaret Court.