Nueva York, 13 dic (EFE).- Los restos del ecuatoriano Douglas Miguel Rodríguez Barzola, uno de seis muertos tras un tiroteo ocurrido esta semana en un supermercado judío de Jersey City (Nueva Jersey, EE.UU.), serán velados este sábado y luego repatriados para ser sepultados en su natal ciudad de Guayaquil.
Rodríguez Barzola, de 49 años, había emigrado hacía tres años junto con su esposa Martha Freire y su hija, luego de perder su empleo en Ecuador como responsable financiero en una compañía de seguros que se declaró en bancarrota en 2014.
La familia publicó este viernes un mensaje en una página de GoFundMe donde se recauda dinero para su entierro en el que indican que el jueves se reunieron con miembros de la comunidad judía y conocieron detalles de los últimos momentos del inmigrante.
“Queremos tener la oportunidad de compartir lo que hemos sabido”, señalan y agregan que el ecuatoriano murió “después de heroicamente poner la vida de otros antes que la de él”.
“Por alguna razón eso no nos sorprende. Miguel siempre ha sido el hombre en la familia que desinteresadamente puso a otros primero”, afirman.
La familia se refiere a que tras haber sido herido por los pistoleros el inmigrante pudo abrir una puerta del supermercado para que un cliente pudiera escapar, según se supo este viernes.
Aunque los pistoleros le dispararon y resultó herido, este cliente, que no ha sido identificado por las autoridades, es el único superviviente de las cuatro personas que se encontraban en el establecimiento tiroteado.
“Después de recibir un disparo, abrió (Miguel) la puerta trasera para que un cliente fuera rescatado”, ha dicho el rabino David Niederman, director ejecutivo de la Organización de Judíos Unidos de Nueva York.
La carta de la familia recuerda que Rodríguez se trasladó a Estados Unidos en busca de un mejor porvenir para su familia y que su objetivo principal era que su hija tuviera la oportunidad de un futuro a través de la educación.
Rodríguez llegó a Nueva Jersey con la idea de buscar empleo en su campo pero la barrera del idioma se lo impidió, por lo que se empleó en un supermercado kósher para mantener a su familia y trabajaba seis días a la semana, dijo su hermano William Rodríguez a The New York Times.
Indicó además que su hermano se convirtió en un amigo para los dueños del supermercado así como para muchos clientes a los que llamaba por su nombre.
“Los clientes lo conocerían como el hombre con la sonrisa bonita”, dijo además su hermano.
“Echaremos de menos la risa de Miguel y su compasión. Lo más importante es que echaremos de menos la sensación de seguridad que brindó a sus seres queridos”, señaló la familia en su mensaje, en el que además agradecen el apoyo que han recibo en el momento tan difícil que afrontan.
“Mi esposo era un buen hombre, buen padre, amigo, buen hijo, respetuoso”, ha dicho a los medios su esposa, quien ha recordado además que se conocieron cuando tenían 16 años.
También que durante diez años intentaron tener hijos hasta que finalmente nació su hija, ahora de once años.
Las autoridades han dicho que este caso se investiga como “potencial acto de terrorismo doméstico”, alimentado por el antisemitismo y el odio a los agentes del orden.
