Sídney (Australia), 8 feb (EFE).- El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo hoy que ha autorizado “hacer lo que sea necesario” para proteger al personal militar y diplomático en Irak, tras el ataque iraní contra dos bases estadounidenses en ese país de Oriente Medio.
Morrison aseguró que ningún militar o diplomático australiano resultó herido en estos ataques y que se reunirá con sus altos mandos militares y ministros claves para analizar la situación.
El mandatario australiano también dijo que abordó la escalada de tensiones entre Washington y Teherán durante una conversación telefónica que mantuvo ayer con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Al referirse al asesinato por parte de EE.UU. del general Qasem Soleimaní, Morrison indicó que “Estados Unidos ha tomado acciones y seguiremos estando constantemente cerca a ellos”.
Australia es un sólido aliado de EE.UU. y ha apoyado todas sus iniciativas militares en Oriente Medio, la última y más importante de ellas en la lucha contra el Estado Islámico, así como apoyó la Operación Centinela liderada por Washington para proteger a los barcos en el golfo pérsico a raíz de sus tensiones con Teherán.
