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April 24, 2024

Ecuador refuerza control sanitario en los aeropuertos para repeler al coronavirus

Viajeros utilizan mascarillas hoy domingo en el Aeropuerto internacional Mariscal Sucre de la capital. El Ministerio de Salud Publica de Ecuador refuerza junto a su personal los controles sanitarios mediante la toma de temperatura, colocando alcohol en las manos, y brindando información sobre el coronavirus. EFE/José Jácome

Quito, 1 mar (EFE).- Las autoridades ecuatorianas han reforzado este domingo los controles sanitarios en aeropuertos, con el fin de repeler la entrada del coronavirus, luego de que ayer se confirmara el primer caso de esta enfermedad en el país, en una mujer mayor que vino de España.

Personal sanitario, con ropas y equipos especiales, se apostaron en el aeropuerto “Mariscal Sucre” de Quito para efectuar un primer control a los pasajeros en el ala de Arribo Internacional de la terminal aérea.

Luis Galárraga, gerente de comunicación de la Corporación Quiport, que administra esta estación aeroportuaria, indicó a Efe que están en completa operación “todos los dispositivos de control que ha dispuesto el Ministerio de Salud Pública”.

“Las operaciones en el aeropuerto Mariscal Sucre no se han visto afectadas por estas situación”, remarcó Galárraga al precisar que Quiport ha ofrecido todas las facilidades requeridas para atender este tipo de situaciones.

Viajeros utilizan mascarillas hoy domingo en el Aeropuerto internacional Mariscal Sucre de la capital. EFE/José Jácome

Algunos de los pasajeros llegan al país con mascarillas respiratorias, aunque ese implemento no es obligatorio, según han señalado las autoridades sanitarias.

“Hay personas que estiman conveniente usar mascarillas” y pueden llegar con ellas a la terminal, ya que es una decisión que “queda a libertad de cada persona”, añadió la fuente.

En una de las salas de llegada de pasajeros, anterior al paso por los filtros migratorios del aeropuerto, personal sanitario vestido con trajes especiales, como escafandras blancas, con gafas protectoras y mascarillas, utilizaban termómetros infrarrojos y otros equipos para medir la condición de llegada de los pasajeros.

Si alguno de ellos presentaría eventualmente algún síntoma relacionado con el coronavirus, pasaría inmediatamente a otra fase de diagnóstico y, de ser el caso, trasladado con todas las seguridades hasta una de los hospitales adecuados para atender esta enfermedad.

El control también implica el registro de viajeros que provengan de alguno de los países con mayor incidencia de la enfermedad.

Un pasajero ecuatoriano que llegó esta mañana del exterior en un vuelo de Panamá, expresó a Efe su complacencia por este tipo de controles.

Viajeros utilizan mascarillas hoy domingo en el Aeropuerto internacional Mariscal Sucre de la capital. EFE/José Jácome

“Salí sin novedad de Ecuador el jueves pasado”, señaló el pasajero al indicar que cuando salió del país “no había nada”, ningún control aparente, aunque las autoridades han dispuesto equipos de medición de temperatura a distancia.

De su lado, el Ministerio de Salud indicó que la paciente confirmada como único caso de coronavirus en Ecuador, continúa aislada en una unidad de cuidados intensivos de un hospital con pronóstico reservado.

Además, señaló que se amplió a 177 el número de personas observadas por haber tenido algún tipo de contacto con la paciente, un registro que hasta ayer sábado era de 149.

De ese grupo, cuatro habían presentado síntomas y una de ellas había sido ya descartada para coronavirus, aunque en las últimas horas se sumó otro caso, sobre el cual también se esperan los resultados de laboratorio.

Por otra parte, las autoridades ecuatorianas han hecho un llamamiento a la calma a la población, sobre todo para que informen a través de los medios oficiales de comunicación, debido a la proliferación de informaciones falsas (“fake news”) en redes sociales.

El sábado, la ministra de Salud, Catalina Andramuño, confirmó que dio positivo para coronavirus una mujer adulta que llegó de España el pasado 14 de febrero y que en principio no presentó síntomas de la enfermedad.

La ministra afirmó que ese es “el único caso” y que, de momento, no hay otros sospechosos.