La Oferta

April 19, 2024

Covid-19 en México: Resistencia y capacidad

Diálogo

David Figueroa O.

Cuando se enfrentan crisis como la actual pandemia del Covid-19 a nivel mundial es cuando cada país se enfrenta a su propia realidad con independencia de que las enfermedades no distinguen razas, economías ni fronteras; y en México tendremos que enfrentar la nuestra.

El virus que tiene al mundo de cabeza incluyendo las principales potencias, finalmente llegó a nuestra nación con una ventaja importante en términos de tiempo para prevenir: prácticamente dos meses después del primer brote en Japón el 11 de enero pasado; pero con una desventaja no menos importante en términos de capacidad para enfrentar esta pandemia. Veamos…

Los últimos diez años el gasto per cápita (por cada afiliado) en salud en México se ha contraído en todas las instituciones públicas; de 2010 a 2020 esta erogación ha variado de 2.9% al 2.5% del PIB cuando lo menos debiera ser un 5%; y lo que no se reduce es la brecha de desigualdad entre los diferentes servicios de salud.

Este es uno de los últimos reportes del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), basado hay que decirlo en los propios datos oficiales de la SHCP, CONAPO e IMSS.

Aunque el número de afiliados a los distintos servicios de salud públicos varía, en 2019 casi 22 millones de mexicanos no contaban con ningún servicio de salud (hasta antes de la desaparición del Seguro Popular) y sólo el 40% de la población contaba con una cobertura amplia. Es decir, hoy esa cifra es mayor.

De acuerdo a los Indicadores de Salud de la OCDE 2017, en nuestro país contamos con tres doctores, un asistente por médico (enfermero o enfermera) y dos camas de hospital por cada dos mil habitantes.

¿Y qué hay sobre la brecha de desigualdad en atención a la salud?

Al finalizar el 2019 los mexicanos contábamos con 5 servicios de salud públicos o gubernamentales por decir de algún modo: IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEGURO POPULAR e IMSS BIENESTAR.

El gasto per cápita por cada derechohabiente del IMSSS hasta 2019 fue de 4 mil 600 pesos; mientras que por cada derechohabiente de los servicios de salud de Pemex fue de más de 11 mil pesos al año. Esa es la diferencia mayor en la brecha.

Más claro:

Los afiliados al seguro popular, hasta diciembre pasado dependiente del presupuesto de la Secretaría de Salud, tenían cobertura por mil 603 servicios médicos incluyendo algunos tratamientos y cirugías mayores, pero no los suficientes como para padecimientos de insuficiencia renal por mencionar alguno; pero afiliados al servicio médico de Pemex cuentan hasta hoy en día con más de 8 mil servicios médicos incluyendo cirugías estéticas.

Sin embargo, en los últimos diez años todos los servicios por igual han sufrido fuertes recortes en su presupuesto, incluyendo el de Pemex que se redujo casi a la mitad.

La proyección de “La Red de Acceso” que agrupa a 16 asociaciones de pacientes a nivel nacional resumió a finales del año pasada la situación del sector salud en México de la siguiente manera: la crisis del sistema público de salud se profundizará (…) poniendo en riesgo la vida de miles de pacientes”.

Por otra parte, el aumento del presupuesto en asistencia social ha llevado a más recortes y ajustes en áreas vitales precisamente como el sistema de salud.

En conclusión, la pandemia de Covid-19 llega en medio de una crisis financiera en el sector salud erosionado por un imparable recorte presupuestal en México, ocasionando la escasez de equipo humano, equipo médico, infraestructura, innovación, investigación científica, inversión y lo más importante, prevención.

Tanto el gasto como la cobertura de salud son actualmente inequitativos en el país, pero además sumamente insuficientes; desde enero de 2020 más de la mitad de los mexicanos no cuentan con la certeza de un servicio de salud y aún con las proyecciones de ‘cobertura total’ para 2024, sin certeza financiera no se ve claro el camino por el cual se transitará a esa meta.

En tiempos de crisis es cuando cada país, cada ser humano está obligado a sacar la mayor fortaleza posible de donde sea, poner a prueba su capacidad de resistencia, pero también de adaptación para salir adelante.

La decisión dada a conocer este fin de semana de adelantar el período vacacional fue sin duda acertada, de la misma manera que los anuncios de las últimas 24 horas por parte del gobierno de Sonora donde se confirmó el primer caso de contagio en Hermosillo.

Cancelación de clases en todos los niveles educativos; cierre de centros nocturnos; cines; gimnasios; reuniones o eventos con más de 10 personas incluyendo las iglesias, restaurantes y comercios es lo menos que podemos hacer, aunque cueste trabajo asimilarlo. La mayor oportunidad para los mexicanos no está en nuestro sistema de salud, sino en evitar contagios.

No olvidemos que ante una emergencia el gobierno tiene una obligación, pero cada uno tenemos la propia, cuidarnos y cuidar a los nuestros, si confiamos en su totalidad al gobierno nuestra salud, arriba está la realidad…lo demás es utopía, discursos y buenos deseos.

Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.

Reseña: David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.