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March 29, 2024

Baños para desamparados, primera línea de defensa contra coronavirus en Miami

Miami, 23 mar (EFE).- Como limpiador y supervisor de los baños públicos para desamparados del centro de Miami, el cubano Juan Portela, excampeón universitario de fútbol americano, se siente en “primera línea de defensa” de una comunidad a la que él mismo perteneció y que es una de las más vulnerables al nuevo coronavirus.

El coronavirus “no tiene clase social”, dice a Efe este cubano que atiende por igual a los desamparados y a los turistas, estos ahora prácticamente extintos, que acuden a estos baños situados en un parque a orillas de la Bahía de Vizcaya.

Portela conoció lo que es rogar para usar el aseo de algún restaurante o centro comercial (que ahora además están cerrados por orden gubernamental) y no se olvida de ello ahora que es el jefe de un local con dos baterías de inodoros y lavamanos.

El exmariscal de campo del equipo de los Wildcats de Kentucky, a los que llevó a la victoria en 1979 contra los Gators de Florida, estuvo metido en el alcohol y las drogas por 21 años después de haber tenido una “buena profesión (se graduó en Administración) y una buena familia” y acabó viviendo en las calles por unos meses.

En Miami-Dade hay 1.008 personas en esa situación y otras 2.464 son “desamparados bajo refugio”, según informó a Efe Homeless Trust, organización dependiente de las autoridades del condado.

“Estamos en la calle 24 horas, estamos sucios, necesitamos ir al baño, necesitamos lavarnos las manos y no tenemos un lugar, porque cuando tu entras alguno, tienes que comprar algo, y después si acaso te dejan usar el baño, te dicen que se dañó”, recuerda Portela.

Mientras se esmera en mantener relucientes y ordenadas las instalaciones a su cargo y reparte envases de gel desinfectante, dice conocer el riego de exponerse a tanto “contacto”.

“Yo estoy en la primera línea, me tengo que cuidar”, enfatizó.

LIMPIEZA DE VIDA O MUERTE

“Con el brote del virus, la limpieza y el saneamiento se han convertido en una prioridad”, dijo a Efe el comisionado (concejal) de la ciudad de Miami Manolo Reyes, presidente de la entidad municipal de la que dependen los baños públicos que cuida Portela.

“Todos estamos enfrentados con una situación crítica, y para los más vulnerables, como los desamparados, es caso de vida o muerte”, subraya Reyes.

Ante la rápida propagación del nuevo coronavirus por la ciudad, la Autoridad de Desarrollo del Centro de Miami (DDA), que en 2015 inauguró las dos baterías como parte del programa piloto “Pit Stop” (Parada técnica), busca ahora agilizar la entrega de otras cuatro en los próximos dos meses.

La expansión permitirá tener durante 18 horas diarias a personal como Portela en esos aseos públicos.

Portela cuenta a Efe que desde las 6 de la mañana, cuando la policía levanta de la calle a los desamparados y él abre el baño, se forman filas para entrar.

Hay días en los que atiende en su turno hasta un centenar de personas.

“Si las personas te dan oportunidad para trabajar puedes cambiar tu vida”, dice el cubano al agradecer a la DDA por su puesto.

Él ahora siente que ha recuperado su vida porque ya tiene su empleo, su carro, su vivienda y la cercanía de su familia.

A la pregunta de si sólo le falta volver a jugar, se ríe y dice que cuando pasa los trapos de limpieza en los baños se da cuenta que los músculos están ahí.

SIN TECHO, SIN LAVAMANOS Y SIN DESINFECTANTES

En 2019 habían más de 560.000 personas sin techo en EE.UU., cerca de 15.000 más que en 2018, según el Departamento de Vivienda.

Autoridades del condado de Miami Dade señalaron a Efe que los sin hogar son los más vulnerables al coronavirus, porque además de su precaria situación, debido al exceso de demanda por el COVID-19 ahora carecen de desinfectantes y toallitas, de los que hacen gran uso debido a la falta de duchas públicas.

Ron Book, presidente de Homeless Trust, explicó a Efe que los desafíos que plantea el coronavirus a esta comunidad “son sustanciales”.

Enumeró que estas personas viven en promedio 15 años menos que la población en general, la mayoría tiene problemas de salud crónicos, un gran porcentaje son personas de edad y además “realmente no entienden el distanciamiento social”.

Homeless Trust los está educando sobre el aislamiento como medida preventiva y entregándoles desinfectantes y toallitas, además de establecer protocolos de entrada a los refugios para saber dónde han estado y con quién.

Señaló por otro lado que las cuarentenas voluntarias no son posibles, porque no pueden cumplirlas en la calle ni tampoco permanecer en los albergues por un tiempo prolongado.

A una desamparada en cuarentena tuvieron que aislarla en un hotel ante la falta de instalaciones.

Entre tanto, Antonio Villasuco, director de la organización privada fundada en 1922 Miami Rescue Mission, dijo a Efe que tienen en cuarentena por 14 días a las más de 300 personas que atienden en el refugio por “depresión, falta de dinero, drogas y alcohol”.

Solo se permiten las salidas por razones médicas.

Villasuco se mostró preocupado por un posible incremento de los sin techo por la desestabilización económica que va a causar el COVID-19.