Los Ángeles, 13 abr (EFE).- Estudiantes y graduados de la Universidad Stanford y varios líderes sindicales participaron este lunes en una rueda de prensa para protestar por la decisión de la institución educativa de “abandonar a más de 100 aseadores y trabajadores de servicios de comida” contratados a través de una empresa.
Según se explicó en la conferencia virtual, los trabajadores prestaban sus servicios a través de una empresa contratista que no les ha ofrecido ninguna red de seguridad social.
“Estos trabajadores son parte de nuestra familia en Stanford. No cuentan con una adecuada red de seguridad social y fueron despedidos por la situación actual”, explicó John-Lancaster Finley, expresidente de la Asociación de Estudiantes de Stanford.
El doctor Isidro Ortiz, profesor de Estudios Chicanos en la Universidad Estatal de San Diego y doctorado en Stanford, pidió que la universidad mostrara “su lado humano” para mantener el salario de estas personas durante la crisis actual.
A través de su portavoz Stephen Boardman, el Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU), que agrupa a los Trabajadores de Servicio Unidos del Oeste (USWW), criticó la “indolencia” de Stanford en comparación con otros centros educativos de primera línea del país.
La universidad no ha apoyado a estos trabajadores “a pesar de que tiene 27.700 millones de ayuda económica y en contraste con otras universidades como Harvard, MIT, Chicago, Pennsylvania y Northwestern”, señaló.
Una petición en línea establecida para que la universidad respalde a estos trabajadores de servicios ya alcanzó más de 5.200 firmas de una meta total de 6.400.
“Durante las pasadas dos semanas cerca de 200 trabajadores de servicios subcontratados por Stanford han sido despedidos y de estos 80 aseadores no han recibido un pago de indemnización ni beneficios de salud y pueden llegar a 130”, argumenta la petición dirigida a Persis Drell, rectora de la Universidad Stanford.
En la comunicación se pone como ejemplo el caso de Alicia, un aseadora que “trabaja con orgullo” de seis de la tarde a dos de la madrugada en la limpieza de las instalaciones de guardería para empleados de la universidad.
“Desafortunadamente Stanford cesó a más de 100 empleados de limpieza como Alicia, quien fue despedida sin pago y sin seguro de salud y siente terror de lo que puede pasar”, alega la petición.
En una comunicación emitida la semana anterior, Drell argumentó que la universidad tiene que tomar medidas para “responder a los graves retos financieros” como resultado del impacto de la pandemia del coronavirus.
