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April 23, 2024

Tras dejarles sin escuela, los alumnos deben estudiar el coronavirus en casa

Chicago (IL), 16 abr (EFE).- La pandemia de coronavirus, que obligó a cerrar las escuelas en todo el país en marzo y dejó a millones de niños en sus casas para tratar de evitar el contagio, se ha convertido ahora en tema de estudio entre los jóvenes que debn seguir su formación a distancia.

Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS), el tercer mayor distrito escolar del país, con más de 600 establecimientos de primaria y secundaria, comenzaron esta semana con un plan que conecta con lecciones digitales a las dos terceras partes de sus 355.000 alumnos.

Y entre el “paquete” de tareas de inglés, matemáticas, física y biología, historia de los Estados Unidos y educación cívica se ha colado ahora la tragedia que sacude al mundo, con más de dos millones de casos y 138.000 muertes, según el recuento realizado por la Universidad Johns Hopkins.

En historia se compara la actual pandemia con la llamada “gripe española” de 1918, que en un año mató entre 20 y 40 millones de personas en todo el mundo.

Hay relatos sobre las medidas de protección de entonces, y las que se cuenta ahora, además de testimonios sobre el uso de instalaciones públicas como hospitales de campaña ante la posibilidad de que la red sanitaria se vea superada por la demanda.

Como ejemplos se señalan el uso del auditorio municipal de Oakland (California) como hospital temporal en 1918, y la transformación este mes del Centro de Exposiciones McCormick Place, de Chicago, en un hospital de 3.000 camas para enfermos que no requieran cuidados intensivos.

Hay referencias al tsunami de 2004, en el océano Índico, que causó 230.000 muertos en Sumatra, Tailandia, Sri Lanka e Indonesia, y a la destrucción y muerte que provocó el huracán Katrina en 2005, en la costa del golfo de los Estados Unidos.

Los estudiantes tienen que leer los materiales y escribir sus impresiones sobre cómo se unieron las personas en tiempos de crisis, y qué podemos aprender y aplicar al mundo de hoy.

“Actualmente estamos viviendo una crisis mundial y puede parecer que todo va mal. Pero podemos mirar al pasado para ver ejemplos de cómo las personas se unieron durante y después de una crisis para sanar y mejorar el mundo”, señala una de las lecciones.

Los estudiantes son interrogados sobre lo que saben del COVID-19, las medidas de protección que se toman en la familia y cómo están respondiendo los individuos, las comunidades, las organizaciones y el gobierno ante la crisis.

A los más adelantados se les pide también que reflexionen por escrito sobre una forma de ayudar a su comunidad a superar la crisis, con un plan y posible acción política que involucre a todos en la salida.

Mauricio, hijo de inmigrantes que trabajan en la limpieza de casas y vendedores ambulantes, dijo a Efe que aprovechará las lecciones para escribir sobre lo que más preocupa a su familia, que es la forma de ganarse el sustento diario, en momentos de paralización casi total de la ciudad.

“No podemos esperar ayuda del Gobierno”, dijo en referencia a los cheques del estímulo económico aprobado por el Congreso federal. “Dependemos de la solidaridad de nuestros amigos y vecinos”, señaló.

Antes de los días oficiales de aprendizaje remoto, los alumnos de primaria y escuela intermedia recibieron materiales para leer y reflexionar, como clases de “enriquecimiento”, sobre las consecuencias económicas de la cuarentena.

Una alumna de octavo grado del vecindario hispano Las Empacadoras escribió sobre su preocupación por las personas que padecen depresión y otra dijo que temía por su hermano que está en el extranjero, sirviendo en el Ejército.

Por otra parte, en la academia preparatoria Michele Clark, del oeste de la ciudad, los alumnos iniciaron un podcast para mantenerse conectados, informados y controlar el estrés en tiempos de cuarentena.

El director de la escuela, Charles Anderson, dijo a Efe que lo bueno de la experiencia es que los estudiantes “conversan entre ellos, algo muy poderoso en estos momentos de crisis”.

En los primeros cuatro episodios, de diez minutos cada uno, hablan sobre cómo encaran el aislamiento social y cómo han sido impactadas sus vidas hasta el momento. También se incluyen conversaciones con consejeros, trabajadores sociales, maestros y padres.

Dado que la pandemia ha causado grandes trastornos en la vida de los estudiantes y ha provocado dificultades económicas e inestabilidad a muchas familias, un episodio fue preparado por la asistente social de la escuela, Amy Phillips.

Ella recomienda un ejercicio que consiste en mirar por la ventana y notar atentamente las cosas diferentes que pasen.

“El coronavirus ha desencadenado una ansiedad generalizada entre las personas. Es importante realizar actividades que calmen la mente y ayuden a la relajación del cuerpo”, señala.