Lima, 16 abr (EFE).- La líder del partido peruano Fuerza Popular, Keiko Fujimori, advirtió este jueves que el riesgo de contagio del coronavirus “es muy grande” en la cárcel donde permanece en prisión preventiva mientras se le investiga por un presunto lavado de dinero en la financiación irregular de sus campañas electorales.
A través de un mensaje escrito en sus redes sociales desde la cárcel de mujeres de Chorrillos, en Lima, la hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) solicitó la “excarcelación inmediata” de las reclusas cuya salud puede correr gran riesgo si contraen la COVID-19.
En especial mencionó el caso de la exalcaldesa de Lima Susana Villarán, de 70 años, que también se encuentra en prisión provisional a la espera de que comience el juicio por haber financiado con dinero de la constructora brasileña OAS la campaña contra el referéndum para destituirla en 2013.
“Su salud está deteriorada. Como ya es de conocimiento público, ella tiene lupus. Creo que este es otro caso que necesita una excarcelación inmediata”, indicó.
Fujimori comentó que Villarán, un referente de la izquierda peruana con propuestas políticas opuestas al fujimorismo, es una de las veinticinco presas de la cárcel de mujeres del distrito limeño de Chorrillos que superan los 60 años y que “están muy débiles con enfermedades como cáncer y diabetes”.
“Además, existen otras internas con enfermedades crónicas. Un contagio en esos casos tendría un desenlace fatal inmediato. Es imprescindible rescatarlas antes que sea demasiado tarde”, apuntó.
La ex primera dama de Perú también resaltó los casos de una reclusa embarazada y de unos doce de niños menores de 3 años que están recluidos juntos a sus respectivas madres, que purgan su condena en este establecimiento penitenciario.
“En este penal, como en lo demás, vivimos una situación inesperada que nadie deseó jamás pero que requiere medidas urgentes antes de que tengamos que lamentar más muertes que se pueden evitar”, añadió.
Keiko Fujimori ya alegó un riesgo de contagio de COVID-19 para reclamar el lunes la excarcelación de su padre, de 81 años, que cumple una condena de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad, tras conocerse el caso de varios positivos entre reclusos y personal penitenciario en otras cárceles del país.
Sin embargo, pocas horas después el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) respondió que el riesgo de contagio para el exmandatario es muy bajo al ser el único recluso en una prisión construida expresamente para él, con una celda de tres ambientes y atención médica permanente.
Muy distinta es la situación del resto de la población penitenciaria del país, unos 97.000 reclusos que viven hacinados en 69 cárceles, lo que ha generado motines en distintas prisiones ante el temor a enfermarse de COVID-19 dentro de sus celdas.
