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April 23, 2024

La FIL enfrenta el reto de la virtualidad y las pérdidas económicas por COVID

Fotografía del 6 de octubre de 2019 de la directora de la FIL, Marisol Schulz, quien anunció hoy que los premios más importantes de la feria como el FIL de Literatura en Lenguas Romances, el Sor Juana y el de Literatura en Lenguas Indígenas de América, entre otros, serán realizados de manera virtual, con la intención de que los ganadores estén en la edición 35, en 2021. EFE/Archivo

Guadalajara (México), 2 oct (EFE).- Con una selección de actividades en formato digital, sin el invitado de honor y con pérdidas económicas, la mexicana Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) intenta sacar adelante su edición 34 sin público para evitar contagios por la COVID-19.

El presidente de la feria, Raúl Padilla, anunció este viernes en videoconferencia que atendieron “las inquietudes” que había entre los editores en torno al comportamiento de los contagios en México y decidió priorizar “las vidas y la salud” de las personas.

Los datos del número de contagios en México hace unas semanas avizoraban la posibilidad de que la feria pudiera llevarse a cabo en un formato híbrido entre lo presencial y virtual en dos sedes alternas, pero esto se vino abajo por los rebrotes que han surgido en diversos países de Europa.

“Ha sucedido lo que todo mundo hemos atestiguado en el país y en el mundo, lo que ha habido es una serie de rebrotes particularmente en Europa que han hecho imposible que varias de las casas editoriales de ese continente puedan venir a México por las restricciones que tienen a los vuelos”, explicó.

A finales de septiembre la Federación de Gremios de Editores de España comunicó que sus agremiados no asistirán a la FIL, debido a la “situación de incertidumbre sanitaria y las dificultades para viajar” y a que “buena parte de las editoriales” habían declinado su asistencia.

UNA FERIA INSIGNE… Y VIRTUAL

La FIL mexicana, considerada la más importante de habla hispana y la segunda en el mundo, reunió el año pasado a 828.000 visitantes, más de 800 autores, 20.000 profesionales del libro y a 2.400 sellos editoriales de 48 países.

Padilla anunció que la participación del emirato árabe de Sharjah, invitado de honor de la FIL 2020 será pospuesta por dos años, es decir, para la edición 36 de la feria que se realizará en 2022, pues para 2021 hay compromiso con otro país para ser invitado de la feria.

Las actividades del 28 de noviembre al 6 de diciembre tendrán una serie de contenidos digitales académicos, literarios y de divulgación científica que serán transmitidos en la página web, en las redes sociales de la FIL así como por diversos canales televisivos de México y América.

La plataforma Mercado de Libros que será habilitada en la página web de la FIL permitirá que los lectores accedan a los títulos de diversas editoriales que participan en la feria.

También está disponible la plataforma FIL negocios, con la que los profesionales del libro podrán generar un catálogo vivo de derechos de autor y un directorio de agentes para propiciar intercambios comerciales con sus pares de otros países.

La directora de la FIL, Marisol Schulz, anunció que los premios más importantes de la feria como el FIL de Literatura en Lenguas Romances, el Sor Juana y el de Literatura en Lenguas Indígenas de América, entre otros, serán realizados de manera virtual, con la intención de que los ganadores estén en la edición 35, en 2021.

PÉRDIDAS ECONÓMICAS

Padilla reveló que la falta de público dejará un déficit de ganancias de hasta 28 millones de pesos (unos 1,3 millones de dólares) para el comité organizador de la feria, que cada año genera una derrama económica de cerca de 330 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo de Jalisco.

La decisión ha generado diversas reacciones entre la comunidad literaria en México. Juan Luis Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, señaló que esta industria pierde una gran exposición de sus títulos y novedades además de las “pérdidas económicas importantes” por la venta de libros.

Esto se suma al déficit que han tenido a lo largo de 2020 derivado de la crisis económica y que llega a un decremento en las ventas de 30 %, según apuntó.