Nueva York, 8 sep (EFE).- El teatro latino Círculo cumple tres décadas de quehacer cultural en los que se ha establecido como una de las principales compañías latinas de Nueva York, con su propio local, en el que celebró este fin de semana sus tres décadas de vida con un evento de tango, uno de los estilos favoritos de su público.
“Tango Untangled” llevará al público a un viaje cautivador a través de la historia de este icónico baile, desde fines de los 1800 hasta la actualidad, un espectáculo creado por el pianista argentino del grupo de baile Maurizio Najt y su director, Rubén Darío Cruz.
“El tango es el baile y música del mundo, es universal, una mezcla de diversas culturas que nació cuando emigrantes llegaron a Argentina. Querían conocer gente, iban a los bares y empezaron a experimentar con su música y baile”, dijo a EFE Cruz y recordó además que en sus inicios sólo se usaba guitarra y piano.
“Tango Untangled” se desarrolla en un burdel inspirado en el bar El Federal, en San Telmo (fundado en 1864 y convertido ahora en una pizzeria). Dicho lugar ha sido burdel, un bar para gauchos y una tienda, entre otras cosas.
El este espectáculo rinde tributo a Lola Mora, la más importante escultora argentina, que toma vida como la dueña del bar y que tiene una foto suya colgada en una pared junto a la de Carlos Gardel y otros músicos y compositores.
“Mora fue la primera en Sudamérica que experimentó con esculturas de desnudos, un escándalo en su tiempo”, y es la que cuenta la historia del tango “y gotitas de su vida”, comentó Cruz.
Círculo comenzó con un grupo de estudiantes de teatro puertorriqueños que se unieron sólo para rendir tributo a un profesor, especialista en Miguel de Cervantes, que se retiraba.
“Se me ocurrió para esa ocasión aglutinar un pequeño grupo de exestudiantes de teatro de la Universidad de Puerto Rico y montamos los ‘Entremeses de Cervantes’ que gustó y profesores que había de otras universidades de la ciudad nos invitaron a presentarla”, recordó el actor José “Cheo” Oliveras, fundador y director de Círculo.
El grupo continuó como teatro itinerante presentando su trabajo en escenarios de otras compañías latinas hasta que compraron un edificio y en 2005 lo inauguraron en el East Village, uno de los legados de Círculo. El edificio sólo puede destinarse al arte como establece el documento de compra-venta, comentó.
Oliveras asegura que ha sido “muy difícil” sobrevivir a los retos, sobre todo sin la ayuda de la ciudad y compañías privadas.
“Fue muy difícil por muchos años y paradójicamente la crisis que creó la pandemia y el movimiento ‘Me Too’, esa crisis social se confabuló hace pocos años de alguna manera y cambió la política filantrópica de la ciudad y el sector privado” y comenzaron a donar fondos a grupos de minoría, comentó.
Destacó la desigualdad que existe con grupos minoritarios en todos sus aspectos “y la cultura es uno de esos espacios”.
Teatro Círculo comenzó en septiembre de 1994 para revitalizar el teatro del Siglo de Oro español porque “un malentendido común sobre estas obras es que eran para la élite, lo cual no podría estar más lejos de la verdad”, indica la página de la compañía, que ha seguido con ese legado y presentando además obras contemporáneas de dramaturgos españoles y latinoamericanos.
“Consideramos que los temas de las obras del Siglo de Oro de España no sólo son universales, sino también relevantes para las cuestiones de justicia social de nuestro tiempo, con preocupaciones tan contemporáneas como la movilidad social, derechos de la mujer, equidad y justicia”, indica además la compañía.
Oliveras mira con optimismo el futuro de Circulo en que espera poder expandir los diversos programas que ofrecen a la comunidad y algún día ser “una de esas organizaciones que tiene algo que decir, ser una voz, en la agenda cultural de lo que ven los latinos en Nueva York”
Por ahora celebrarán durante todo el año con diversos espectáculos su 30 aniversario.