Los Ángeles, 7 jul (EFE).- La asamblea de California cerró este martes “y hasta nuevo aviso” luego de que uno de sus miembros informara que contrajo el COVID-19 en la última reunión legislativa en la que se aprobó el presupuesto estatal, mientras otros funcionarios también han reportado casos de contagio.
Cuatro personas más que trabajan en la Asamblea también han dado positivo en prueba de coronavirus, según informó este martes a Efe la oficina del asambleísta Anthony Rendón, presidente de este cuerpo legislativo.
El cierre abarca todo el Capitolio estatal localizado en la capital Sacramento, que será “sometido a limpieza y desinfección”. El Senado estatal se encuentra en receso hasta el 13 de julio.
La asambleísta demócrata de Inglewood Autumn Burke explicó en su cuenta de Twitter que se hizo el examen de COVID-19 luego de haber recibido una llamada del Departamento de Recursos Humanos de la Asamblea sobre una exposición al virus el 26 de junio.
“Me hice la prueba en la mañana del 4 de julio y recibí mis resultados en la tarde, que dieron positivos para el coronavirus”, anunció Burke el lunes.
Luego de estrictas medidas de confinamiento y una declaración de emergencia emitida por el gobernador, Gavin Newsom, al inicio de la pandemia California controló el número de contagios, no obstante en las últimas semanas, y a raíz de la reapertura de negocios y sitios públicos, ha visto un repunte de casos de coronavirus.
En las últimas dos semanas, las hospitalizaciones por el COVID-19 han aumentado más del 50% y suman más de 7.700, mientras que el número de casos confirmados alcanzan los 277.774, 6.648 de ellos letales, según datos oficiales difundidos hoy.
Los latinos representan el 54,9 % de todos los casos y el 42,3% de las muertes, aunque su porcentaje en la población total de California es de 38,9%.
El aumento de casos ha sido especialmente significativo en las prisiones federales y en cárceles como San Quintín, que cuenta con el único “corredor de la muerte” en California. La prisión registra más de 1.500 infecciones confirmadas y al menos seis muertes por complicaciones del COVID-19, cuatro de ellas ocurridas el fin de semana.
La mayoría de los infecciones en San Quintín fueron reportadas en las dos últimas semanas, es decir un mes después de que 121 reos fueran transferidos desde la cárcel de Chino, donde más de 900 prisioneros han dado positivos en los últimos tres meses.
