Estar enfermo en la cama de un hospital causa en las personas temor, miedo y depresión. Homero Oyarce fue trovador en el Hospital de Stanford hasta mediados del año 2000. Ahora presta sus servicios en VA Medical Hospital en Palo Alto y en el Hospital de John Hopkins. Él le canta a las personas hospitalizadas y les lleva un momento de esparcimiento, calma y alegría a sus corazones asustados.
“No estoy haciendo cosas mágicas, ni soy un superdotado, pero siento que la gente tiene la confianza de abrir su corazón. Las personas que muestran dolor y ansiedad, se calman, y la mayor de las veces que les canto, lloran porque están muy asustados y eso es como sacar una tormenta de adentro”, dice Oyarce, cantautor nacido en un pueblo de las montañas del Perú.
El trovador de los enfermos
En 1996, Oyarce fue invitado a participar en una festival de música que realizó el Hospital de Stanford. De esta manera, surgió la idea de cantar a los pacientes, pero Homero dudó en un momento, pues antes hablaba poco inglés, cantaba mayormente en español y sobre todo, el temor de invadir el espacio del enfermo, ya que quizás no les iba a gustar.
Homero señala que él no es un doctor que les dice que deben tomarse una pastilla, él llega y les ofrece una canción para que olviden por unos minutos el dolor de verse enfermos, ofreciéndoles al final de su interpretación palabras de aliento muy emotivas.
Es emocionante apreciar la sutileza, calidad y sinceridad al interpretar sus canciones a los pacientes. Ver cómo ellos dan rienda suelta a sus lágrimas y expresiones de agradecimiento por llevarles felicidad en medio de su huracán de dolor y desesperación, cuando el trovador los acompañaba con su arte, en el edificio ubicado en el 300 Pasteur Dr. del Hospital de Stanford, en la unidad de post operatorio de transplantes. Aparte de los enfermos, todo el personal del hospital, al cual Homero perteneció también, lo reciben con mucho cariño y amabilidad.
Aceptación
Algunos enfermos y familiares de los mismos lo confunden con un sacerdote, religioso o psicológico. Sin embargo muy pocas veces han rechazadola la oferta de Homero de interpretar una canción.
Contó que un día, “entré al cuarto de un paciente quien se veía muy serio y le ofrecí una canción. Me dijo que no, y ya me retiraba cuando me preguntó ‘¿qué tipo de música tocas?’ Le dije que música muy suave y comencé a tocar mi guitarra. Él me dijo, ‘me gusta’. Cerró sus ojos y empezó a llorar, al final tomó mis manos y expresó ‘que lindo que cambié de opinión’”, relató Oyarce.
Como esta experiencia, Homero guarda muchas más en su memoria al igual que fotos. Algunos de los pacientes ya no están, pero él los recuerda con un cariño especial. Como a un paciente que no podía hablar, pero hizo señas con sus dedos de que quería oírlo.
Agregó que le cantó una vez al padre de Condolezza Rice, miembro del gabinete del Ex-presidente George W. Bush, sin saber quién era ella. Al terminar su canción, Rice le dio un abrazo y las gracias. “Después , al morir el padre, supe quién era ella”, agregó.
Aunque los familiares de las personas convalescientes agradecen a Homero el traer un poco de alegría con su música, él dice que “ellos no saben cuánto me dan a mí, lo importante que es la salud, la vida, la alegría y la suerte de tener niños y poder abrazarles”.
A la pregunta de si es difícil para él hacer lo que hace, Homero subrayó, “yo he sido músico y he cantado en escenarios de muchísimos países, pero no cambiaría eso por lo que tengo ahora, porque no es un escenario, tú no ves a la gente y saber que tú le das alegrías a ellos, eso no tiene precio. Si yo volviera a vivir haría lo mismo”.
Homero Oyarce se ha presentado en varios países de América Latina y Europa. Ha grabado dos cintas de música latinoamericana y en diciembre de 2000, terminó de producir un disco compacto, mezclando instrumentos peruanos y europeos titulado “Homero Oyarce, The Trovador”.
Cabe mencionar que este trovador es autor de sus propias canciones. Desde muy joven empezó a escribir y eso lo llevó a viajar, primero por su patria, el Perú y después por Europa. A través de un amigo que conoció en esos viajes fue que vino a los Estados Unidos como músico.
Homero Oyarce se presenta periódicamente en La Peña Juchit Ireta y eventos del Área de la Bahía en California, ofrece seminarios y conferencias en donde lo soliciten. Desea seguir cantando por muchos años más, llevando amor y esperanza con su guitarra y voz de trovador.