La Oferta

July 26, 2024

Cubrebocas se convierten en símbolo de una contienda política en Arizona

Tucson (AZ), 23 jun (EFE).- La visita del pesidente Donald Trump al estado de Arizona ha reavivado la polémica sobre el uso de cubrebocas, el cual se ha convertido, más que en una herramienta para prevenir el contagio de COVID-19, en símbolo de una contienda política.

Trump llegó esta mañana a la región fronteriza de Yuma y nuevamente no portaba una mascarilla a pesar de que este martes se reportaron 3.591 casos de COVID-19, un nuevo récord para el estado de casos reportados en un solo día.

La alcaldesa de la ciudad de Phoenix, Kate Gallegos, emitió un mensaje ayer previo a la visita de Trump pidiendo al mandatario republicano “sea un ejemplo” y use el cubrebocas durante su evento “Estudiantes por Trump”, programado para esta tarde en la ciudad.

El presidente Trump se niega a utilizar un cubrebocas, por lo que sus simpatizantes siguen su ejemplo.

Phoenix aprobó el pasado viernes una ordenanza que hace obligatorio el uso de cubrebocas.Sin embargo la decisión de usar o no un cubrebocas ha adquirido una connotación política, un símbolo de batalla entre aquellos que siguen las recomendaciones de las autoridades sanitarias de cubrir sus rostros y quienes piensan que es una violación a su libertad de expresión y derechos constitucionales.

Esto no ha sido la excepción en Arizona, donde tras una fuerte presión por parte de alcaldesas demócratas como Gallegos y la alcaldesa de Tucson, Regina Romero, la semana pasada el gobernador de Arizona, Doug Ducey, finalmente aceptó que cada ciudad emita su propia regulación sobre el uso de cubrebocas.

A pesar que en la última semana Arizona ha reportado más de 2.000 casos nuevos diariamente el gobernador republicano se ha negado a emitir una orden ejecutiva a nivel estatal haciendo obligatorio el uso de cubrebocas.

Por el contrario, el pasado mes de marzo emitió una orden prohibiendo a las municipalidades tomar cualquier tipo de medida para prevenir el contagio de COVID-19 que fuera en contra de sus propias órdenes.

Expertos de la salud consideran que la decisión temprana del gobernador Ducey de reabrir el estado contribuyó al incremento en los casos de COVID-19 en el estado, el cual amenaza convertirse en un nuevo epicentro de la pandemia en Estados Unidos.