Washington, 23 jun (EFE).- Altos cargos del Departamento de Justicia de EE.UU. presionaron a los fiscales del caso contra el estratega estadounidense Roger Stone para que lo trataran de manera “diferente y más indulgente” durante su juicio “debido a su relación con el presidente”, Donald Trump.
Esas son las palabras que pronunciará mañana miércoles ante un comité del Congreso el fiscal Aaron Zelinsky, que formaba parte del equipo que llevó el caso contra Stone y cuyo testimonio escrito fue divulgado este martes por el comité judicial de la Cámara de Representantes, donde será la audiencia.
“Stone fue tratado de manera diferente a cualquier otro acusado por su relación con el presidente”, sostiene en su testimonio.
Zelinsky y otros tres fiscales que llevaban el caso contra Stone dimitieron en febrero después de que el mandatario criticara en Twitter la pena de entre 7 y 9 años de cárcel que planeaban pedir para el procesado y, solo unas horas más tarde, el Departamento de Justicia recomendara rebajarla.
Otro de los fiscales que formaba parte del equipo de acusación contra Stone era Timothy Shea, que decidió continuar en el cargo a pesar de las presiones y que desde mayo de este año ocupa de manera interina el cargo de administrador de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
De acuerdo al testimonio difundido este martes, Shea recibió “fuertes presiones desde los niveles más altos del Departamento de Justicia para dar un respiro a Stone” y acabó recomendando una pena menor a la solicitada anteriormente, algo que Zelinsky considera “virtualmente sin precedentes”.
Stone acabó siendo condenado en febrero a 3 años y 4 meses de cárcel por mentir al Congreso y manipulación de testigos.
De 67 años y caracterizado por su estilo provocador, Stone es un veterano asesor político republicano entre cuyos clientes figuraron los expresidentes Ronald Reagan (1981-1989) y Richard Nixon (1969-1974) y cuyo lema favorito es: “No admitas nada, niégalo todo y lanza un contraataque”.
Stone, que trabajó hasta agosto de 2015 en la campaña electoral de Trump y después mantuvo contacto regular con él, fue detenido por el FBI en enero de 2019 en Fort Lauderdale (Florida, EE.UU.).
Según la Fiscalía, Stone actuó como enlace entre la campaña de Trump en 2016 y la plataforma WikiLeaks, que difundió correos electrónicos robados al Comité Nacional Demócrata que eran “perjudiciales” para la campaña de la candidata presidencial de ese partido, Hillary Clinton.
Stone fue condenado como parte de la investigación dirigida por el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, quien exoneró a Trump de haber confabulado con Rusia durante el proceso electoral de 2016, pero que a su vez arrojó dudas sobre la posibilidad de que el presidente obstruyera la investigación.
