México, 22 ago (EFE News).- Aunque más de 30 millones de estudiantes mexicanos inician este lunes su año académico, la vuelta a clases atípica y a distancia se refleja en la caída de 70% en las ventas de útiles escolares y en el centro capitalino, que antes era un hervidero y hoy luce mucho más vacío.
En la calle Mesones del centro histórico de la Ciudad de México, que en estas fechas suele estar repleta, hay comercios con las cortinas abajo, vendedores temerosos y compradores que cuentan cada centavo.
EFECTOS DE PANDEMIA
La pandemia de COVID-19, que acumula 549.734 casos y 59.610 muertos en México, canceló las clases presenciales en todos los niveles desde el 23 de marzo, cuando inició la llamada Jornada Nacional de Sana Distancia.
Para el ciclo escolar que inicia este lunes 24 de agosto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) creó el programa Aprende en Casa, en el que participan seis televisiones privadas y públicas para impartir clases a distancia.
La comerciante Natalia Cruz cree que esto propició una disminución de hasta 90 % en sus ventas, al indicar que antes vendía un promedio de 20 cuadernos por familia y ahora solo cinco.
“Aparte de que no hay dinero, no están invirtiendo mucho en su lista escolar. Por supuesto que sí (se debe a las clases a distancia), no hay otra respuesta más que eso”, opina.
INCERTIDUMBRE
La SEP no ha definido una fecha para retomar la enseñanza presencial al aseverar que esto no sucederá hasta que el semáforo de riesgo epidemiológico cambie a verde, cuando en la mayoría de estados sigue en naranja.
La vendedora Jania de Jesús Flores argumenta que esto desincentiva a los padres a comprar útiles.
“Es la incertidumbre de saber si los niños regresan a clases, si compran todo de una vez y tal vez no lo ocupan, porque de hecho sí muchos nos han dicho que no compran todo porque no lo van a ocupar entonces nada más lo esencial”, relata.
El local donde trabaja Jania cerró tres meses por la emergencia sanitaria y reabrió hace un mes tras el inicio de la “nueva normalidad”.
Pero la joven expresa que aún persiste el temor al contagio, sobre todo en uno de los focos rojos de la epidemia en el país.
NUEVOS DESAFÍOS
Pese a la crisis económica, reflejada en una caída anual de 18,9% del PIB en el segundo trimestre, hay familias y docentes que buscan útiles para afrontar los nuevos desafíos de la educación a distancia.
Un ejemplo es Mayra Ugalde, madre de una niña en preescolar a quien ahora tendrá que educar mientras hace “home-office” (teletrabajo).
“Se me ha hecho fácil porque los precios están accesibles, pero difícil porque nosotros somos los que tenemos que educar a nuestros hijos en casa, y entonces tenemos que tener todo el material de apoyo para ayudarlos”, comenta.
La SEP acordó esta semana que ningún maestro pierda su ingreso mientras las clases son a distancia.
Pero aun así hay algunas con la vocación de dar un extra, como Libertad Neri, maestra de primaria y secundaria que busca su propio material para mejorar su trabajo a distancia.
“Es más difícil porque no estábamos acostumbrados a estas nuevas tecnologías, entonces aprender las nuevas plataformas sí ha sido como algo complicado. Pero una vez que ya le agarramos el hilo, pues nos vamos de corrido”, dice.