Washington, 20 sep. (EFE News).- La senadora republicana Lisa Murkowski anunció este domingo que se opone a que se cubra la vacante dejada en el Tribunal Supremo de EE.UU. por la fallecida jueza progresista Ruth Bader Ginsburg antes de las elecciones del próximo 3 de noviembre, con lo que son ya dos las legisladoras conservadoras que lo rechazan.
“Durante semanas he afirmado que no apoyaría ocupar una potencial vacante en el Tribunal Supremo tan cerca de las elecciones. Lamentablemente lo que entonces era hipotético ahora es nuestra realidad, pero mi postura no ha cambiado”, dijo Murkowski, que representa al estado de Alaska, en un comunicado.
“No respaldé aceptar una nominación (de un juez al Supremo) ocho meses antes de las elecciones de 2016 para cubrir la vacante que dejó el juez (Antonin) Scalia -recordó-. Ahora estamos incluso más cerca de las elecciones de 2020, a menos de dos meses, y creo que deben aplicarse los mismos estándares”.
De esta manera Murkowski se une a la senadora republicana por Maine Susan Collins en su oposición a que Ginsburg sea reemplazada en el Supremo antes de los comicios.
Collins consideró el sábado que “la decisión de un nombramiento vitalicio para el Tribunal Supremo debería ser hecha por el presidente que sea elegido el 3 de noviembre”.
El viernes Ginsburg falleció a los 87 años dejando una vacante en esa corte, y Trump ya adelantó este sábado su intención de nombrar a su sustituto la próxima semana y que sería posiblemente una mujer, después de que líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, prometiera que sometería a voto en el hemiciclo al nominado del mandatario.
Con Ginsburg, el Supremo tenía cinco jueces conservadores y cuatro progresistas, con lo que si Trump logra la confirmación de su nominado apuntalaría aún más el predominio conservador, que podría durar décadas y adoptar decisiones de calado en asuntos como el aborto o la inmigración, fundamentales para su base de votantes.
Los jueces de ese tribunal son designados por el presidente y confirmados en el Senado.
Los republicanos son mayoría en la Cámara Alta con 53 de los 100 escaños, y necesitarían 51 votos para confirmar al nominado por Trump para el Supremo, con lo que solo pueden perder tres respaldos antes de que el presidente de la Cámara, el vicepresidente del país Mike Pence, pudiera emitir un voto de desempate.
Si aparte de Collins y de Murkowski, otros dos senadores republicanos se oponen a celebrar la confirmación del nominado por Trump antes de las elecciones, los demócratas tendrían entonces apoyo suficiente para evitar que se produjera la nominación.