San Francisco (CA), 1 oct (EFE).- Los vientos fuertes y secos que soplaron este jueves dificultaron aun más a los bomberos las tareas de contención de los dos incendios declarados más recientemente en California, mientras sigue una ola de calor que mantiene vivos otra veintena de fuegos en el estado.
El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos emitió este jueves una alerta de bandera roja para gran parte de las regiones de la costa Norte californiana, incluyendo el área de la Bahía de San Francisco y gran parte de los condados de Mendocino, Lake y Monterey.
La alerta de bandera roja implica que se dan las condiciones extremas para que se declaren y extiendan fuegos a gran velocidad, es decir, temperaturas muy altas, poca humedad y fuertes vientos.
PREVISIONES POCO OPTIMISTAS
Las previsiones para las próximas horas no son nada optimistas y los meteorólogos no esperan una mejora relativa de las condiciones (una bajada de las temperaturas) hasta finales del fin de semana o principios de la próxima.
De entre los más de veinte grandes fuegos que queman en el estado, dos declarados el pasado domingo son los que preocupan más a las autoridades por su rápida expansión y las enormes dificultades que están teniendo los bomberos para tratar de controlarlos.
Uno de ellos es el bautizado como incendio de Glass, que afecta la zona vinícola de Napa y Sonoma, donde mantiene evacuadas a decenas de miles de personas, ha arrasado 23.000 hectáreas (entre ellas varias de viñedos) y tiene en vilo a la población de Santa Rosa, de 170.000 habitantes.
LAS CAUSAS DEL FUEGO, BAJO INVESTIGACIÓN
Este fuego, causado por motivos que todavía se encuentran bajo investigación, está contenido únicamente en un 5 % y ha destruido 248 edificios, entre ellos varias bodegas de la región, según informó el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, visitó este jueves la zona afectada y prometió ayudas tanto en el corto como en el largo plazo, asegurando que no acudió sólo para la fotografía, sino que su compromiso con la recuperación una vez se haya extinguido el fuego es firme.
Unos 370 kilómetros al Norte, otro gran incendio quema también desde el domingo en el condado de Shasta, que hasta la fecha se ha cobrado cuatro víctimas mortales, ha destruido 147 edificios, calcinado 22.300 hectáreas, y los bomberos lo tienen contenido en un 26 %.
MÁS DE UNA VEINTENA DE FUEGOS ACTIVOS
Aunque estos dos son los fuegos que más preocupan actualmente, otra veintena siguen quemando en paralelo en California, entre ellos el bautizado como August Complex, el mayor jamás registrado en la historia del estado, activo desde mediados de agosto y que ya ha arrasado más de un millón y medio de hectáreas.
Todos estos incendios emanan una cantidad de humo sin precedentes, y el aire californiano lleva semanas registrando unos niveles de calidad muy malos, tanto, que muchos días llegan a ser nocivos para la salud de las personas.
El área de la Bahía de San Francisco, por ejemplo, mantiene activa por lo menos hasta el viernes una alerta para que sus vecinos eviten al máximo cualquier actividad al aire libre, puesto que la gran cantidad de humo acumulado las hace peligrosas para la salud.
California está viviendo en 2020 el peor año de su historia en cuanto a número de incendios y superficie quemada, y las autoridades alertan de que la temporada de fuegos todavía podría alargarse dos meses más, puesto que octubre y noviembre son tradicionalmente los peores del año en este sentido.