Washington, 7 nov (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, denunció este sábado sin pruebas que decenas de miles de votos recibidos “ilegalmente” tras el cierre de los centros de votación en Pensilvania, uno de los estados más codiciados en la puja por la Casa Blanca, cambiaron “total y fácilmente” los resultados a favor de su rival demócrata, Joe Biden.
“Decenas de miles de votos fueron recibidos ilegalmente después de las 8 p.m. del martes, día de las elecciones, cambiando total y fácilmente los resultados en Pensilvania y otros estados”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
Según el mandatario republicano, “ilegalmente”, no se permitió observar “cientos de miles de votos” cuya ubicación no precisó, y advirtió que esto “TAMBIÉN cambiaría el resultado en numerosos estados, incluyendo Pensilvania, que todos pensaron que fue fácilmente ganado en la noche de las elecciones”.
“Cosas malas ocurrieron durante esas horas donde la TRANSPARENCIA LEGAL fue viciosamente y crudamente no permitida. Tractores bloqueaban las puertas y las ventanas fueron cubiertas con un cartón grueso para que los observadores no pudieran ver dentro de las salas de conteo. COSAS MALAS SUCEDIERON DENTRO. ¡SE PRODUJERON GRANDES CAMBIOS!”, añadió Trump, quien advirtió que hubo largos intervalos de tiempo en los que nadie pudo observar.
El hilo de mensajes de Trump, cuatro en total, fue posteriormente etiquetado por Twitter, que señaló que “parte o todo el contenido compartido en este tuit está en disputa y podría ser engañoso sobre una elección u otro proceso cívico”.
El conteo de los votos en Pensilvania, que concede 20 delegados en el Colegio Electoral, se ha convertido en un asunto crucial en medio de las reñidas elecciones en Estados Unidos, en las que Trump se juega su reelección.
Biden arrebató el viernes el liderazgo a Trump, donde republicanos presentaron una petición urgente al Tribunal Supremo para que se aparten los votos por correo recibidos después del día de las elecciones en un intento de que sean anulados.
El Supremo aceptó ayer mismo la demanda y ordenó al estado de Pensilvania que separe los votos que llegaron después de la jornada electoral del 3 de noviembre, algo que ya contemplan los protocolos del estado.
Un día antes, la campaña de Trump había pedido a un tribunal federal que detuviera el conteo de todos los votos en Pensilvania, una acción emprendida después de que el miércoles interpusieran otra querella para conseguir que los observadores republicanos pudieran supervisar más de cerca el conteo de votos en ese estado.
Una corte estatal de Pensilvania dio el jueves la razón al presidente y pidió que se permitiera a esos observadores acercarse más a las mesas donde se lleva a cabo el cómputo, pero la campaña de Trump denunció horas después que no se les estaba garantizando ese acceso.
Este sábado, Biden seguía liderando el conteo en los estados claves de Nevada, Georgia, Arizona y Pensilvania, este último el premio más codiciado de las elecciones que podría decantar por sí solo la balanza a su favor.