San Salvador, 17 nov (EFE).- Los niños y adolescentes de El Salvador consideran que sus derechos a la salud y a la educación han sido unos de los más vulnerados durante la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, según dijo en una entrevista con Efe el director de Calidad y Desarrollo de Programas Save de Children El Salvador, Josué Carranza. El anterior dato se desprende de un informe denominado “Niñas, niños y adolescentes ante la covid-19 en El Salvador.
Encuesta sobre los impactos en la niñez y sus familias”, el cual fue presentado este martes. Carranza explicó que “el informe es muy revelador en términos de qué es lo que la niñez y sus familias concibieron o percibieron durante la pandemia y durante la restricciones que se tuvieron”.
El informe fue elaborado a partir de una cuesta aplicada a 700 niños, padres, madres y cuidadores salvadoreños, la gran mayoría de la zona rural. El Salvador registra desde mediados de marzo, cuando estalló la pandemia en el país, al 16 de noviembre, 36.669 casos de la covid-19, de los que 2.553 están activos, 1.053 personas han fallecido y 33.064 se han recuperado. Una de las medidas aplicadas por el Ejecutivo de Nayib Bukele para frenar el avance del virus fue la cuarentena domiciliar obligatoria, que restringió la movilización de los ciudadanos y llevó al cierre temporal de las escuelas públicas y colegios privados, lo que, en gran manera, ha afectado el proceso de socializar de la niñez.
SALUD
Carranza señaló que “hubo serías restricciones o barreras para acceder al sistema de salud durante el confinamiento, lo que provocó que estas personas o sus familias no pudieron acceder a sus controles médicos, porque todo el sistema de salud estuvo enfocado en atender la pandemia”. Indicó que las familias también tuvieron ciertas dificultades para acceder a servicios médicos especializados, sobre todo en la red pública. El 96 % de las familias reportaron dificultades de acceso en el sistema de salud durante el confinamiento, y 8 de cada 10 personas expresaron que no pudieron acceder a ningún servicio de salud. Solo 3 de cada 10 niños recibieron atención médica, dijo el experto.
EDUCACIÓN
En el caso de El Salvador, los niños y adolescentes expresaron que las mayores afectaciones también tuvieron que ver con su derecho a la educación, señaló Carranza. Indicó que el sistema educativo, debido a la pandemia, “ha tenido que montar un modalidad alternativa, virtual, remota en la que no todos los hogares, sobre todo en lo rural, tienen acceso a internet u otro tipo de recursos pedagógicos, lo que ha minado la calidad del aprendizaje”.
“Los cuidadores, madres, padre o adultos responsables no estaban preparados para la modalidad de educación en casa, es decir cómo ayudar a los niños y adolescentes desde casa con sus tareas y clases”, dijo. La encuesta muestra que “la mayoría de niños considera que no han tenido una acompañamiento debido por parte de sus cuidadores y padres”, porque, de acuerdo con Carranza, “evidentemente las habilidades tecnológicas y la brecha digital en El Salvador es bastante amplia y por lo tanto los padres carecen de competencias pedagógicos para poder acompañarles”.
La niñez salvadoreña se vio afectada por el cierre de escuelas, ya que 7 de cada 10 niños considera que durante la pandemia aprendieron poco o nada. El método de instrucción en línea tampoco fue percibido como efectivo por los padres y madres, porque el 70% de los cuidadores afirma que las niños “aprendieron poco”. Los principales obstáculos de aprendizaje reportados por los menores son dificultad para entender las tareas (56%) y acceso a internet limitado (46%).
Además, el 37% de los adultos se involucró pocas veces o nunca en las tareas de sus hijos. Este porcentaje se incrementa en los hogares en pobreza y cuando los cuidadores son hombres, apunta el estudio. “La escuela es una de los principales (lugares) socializadores de los niños, en tanto la escuela estaba cerrada y la interacción social estaba limitada a una pantalla o un celular, la socialización de los niño también se vio afectada, no han tenido la oportunidad de interactuar entre pares”, añade.
POBREZA
El informe, según Carranza, también confirma que el 74% de los hogares en situación de pobreza perdió ingresos durante la pandemia. El 64% de los encuestados perdió su trabajo, siendo en el área urbana donde se reportaron mayores pérdidas. “Los niños en El Salvador están cada vez más desprotegidos cuando su familia pierde una fuente de ingreso o un empleo. ¿Por qué?, porque esto facilita el acceso a servicios, salud, alimentación y todas estas importantes áreas quedan descubiertas cuando el principal cuidador se queda sin ingreso”, aseguró el experto.
Asimismo, la capacidad de las familias para cubrir los gastos del hogar se vio afectada, siendo los alimentos la parte en que se manifestó mayor dificultad (73%), seguido de los servicios agua y energía eléctrica (54%) y la atención médica (11%). “Los niños en hogares de situación de pobreza reportan en su mayoría la necesidad de materiales didácticos, almuerzos y suministro de agua”, señala el informe.
ESCUCHAR A LA NIÑEZ
A partir de los resultados de la encuesta, el estudio propone a las autoridades competentes del país generar espacios de participación y de consulta periódica con los niños, es decir que el derecho de los niños a participar debe ser una realidad, sobre todo en contextos de crisis. “Muchas veces la niñez no es consultada, no es preguntada sobre cómo se siente con fenómenos como este (…) hay que pensar que si una crisis como esta nos impacta a nosotros como adultos, impacta mucho más a los niños”, manifestó el director de Calidad y Desarrollo de Programas Save de Children. Agregó que, independientemente de una crisis, los derechos de la niñez “deben siempre resguardase y garantizarse”. Sara Acosta