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April 19, 2024

Mexicanos, escépticos a covid-19 pese a 100.000 muertes y millón de contagios

Un grupo de mujeres vende y compra flores sin respetar distanciamiento social ni practicar el uso del tapabocas, 21 de noviembre de 2020, al interior de una comunidad indígena en la que sus habitantes viven sin temor al contagio de covid-19, en Chiapas (México). EFE/ Carlos López

México, 22 nov (EFE News).- El confinamiento, el cubrebocas y el distanciamiento social, prácticas extendidas en países de la región, se han aplicado de forma muy dispar en México, donde parte de la ciudadanía sigue escéptica al coronavirus, aunque ya superó las 100.000 muertes y el millón de casos.

Uno de los factores que ha provocado esas elevadas cifras es la desconfianza de los mexicanos a la información científica porque, a pesar de la dureza con la que la enfermedad ha atacado a una porción de la población, otra parte sigue sin reconocer la existencia del virus SARS-CoV-2.

“Debemos reconocer que en una sociedad como la mexicana no existe preparación científica desde edades tempranas”, dijo en entrevista con Efe el investigador Rodrigo Martínez, del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

“Si lo vemos con rigor, nuestra educación básica, e incluso a nivel medio superior, carece de formación científica”, añadió.

Un adulto mayor come junto a su familia el 21 de noviembre de 2020, al interior de una comunidad indígena en la que sus habitantes viven sin temor al contagio de covis-19, en Chiapas (México). EFE/ Carlos López

LA NEGACIÓN

Para Martínez, en México prevalece un tipo de educación que mezcla tradiciones familiares, mentalidad cotidiana y una formación, incluso religiosa, que tiende al conservadurismo.

“Por lo tanto, cuando hay fenómenos que no podemos entender bien, lo más seguro es que se apueste por descreer de ellos o negarlos porque no estamos acostumbrados al lenguaje de la ciencia”, apuntó.

Por esa falta de educación científica o de acercamiento a la divulgación, “existe un desconocimiento de cómo funciona la ciencia y cómo verla en la vida cotidiana”, expuso.

“Muchas personas descreen de esto (covid-19) y en muchos casos llegan a hartarse de que no exista una solución inmediata o una respuesta universal que les permita controlar la incertidumbre que ha ocasionado esta pandemia”, comentó.

Además, señaló que la sociedad mexicana posee una mentalidad que “tiende a relacionar cualquier fenómeno inexplicable o incierto con creencias preestablecidas”.

COSMOGONÍA INDÍGENA

En México, casi 25,7 millones de personas de los más de 120 millones de habitantes se identifican como indígenas, quienes están integrados en 68 pueblos que también han padecido la pandemia.

Vista general de un mercado callejero en la que vendedores y compradores conviven sin respetar distanciamiento social ni practicar el uso del tapabocas, 21 de noviembre de 2020, al interior de una comunidad indígena en la que sus habitantes viven sin temor al contagio de covid-19, en Chiapas (México). EFE/ Carlos López

En Chiapas, estado del sureste, la cosmogonía de la etnia tzotzil cree que las deidades protegen de todo mal sobre la tierra y a ello le achacan el número reducido de muertes por covid-19, dijo a Efe el promotor cultural Mariano de Jesús Pérez Hernández, habitante del municipio de Zinacantán.

Los tzotziles, detalló, recuerdan las palabras de sus antepasados y hacen memoria sobre las pasadas pandemias y cómo las erradicaron.

Las leyendas orales dictan que entre las montañas de Chiapas existen puntos sagrados a los que acuden curanderos rezadores y músicos a pedir protección para los pueblos.

MEDICINA TRADICIONAL

Al menos 10.419 casos y 1.494 muertes de covid-19 han sido de personas indígenas, de acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Salud el 22 de octubre.

Una historia de esos miles de contagios la contó a Efe Manuel San Juan, habitante de la comunidad de San Juan Chamula y pastor evangélico, quien aseguró que estuvo 35 días postrado en cama por covid-19 y su cura fue el limón, miel y un medicamento que no reveló.

“La enfermedad llegó, yo no tenía calentura (fiebre), tenía frío, frío y calor. Ahora sigo vivo gracias a Dios, estoy sano, estoy libre. Le dio (el contagio) a todos mis hijos y ninguno murió, somos 55 en total y todos estamos vivos”, dijo el evangélico, quien probó diferentes hierbas para sanarlos.

Pero no todos corren con la misma suerte de Manuel San Juan.

Otros no van al centro de salud por temor o creen en charlatanes y mueren en casa.

“En Chamula hay usos y costumbres, van con el curandero y así se murieron muchos chamulas. Mucha gente murió porque fue con charlatanes que dice mentiras y prenden veladoras, pero para mí fue mejor tomar limón y miel”, indicó el pastor.

Los tzotziles, que ahora son protestantes en su mayoría, dicen que su única protección es Cristo.