Madrid, 24 nov (EFE).- Ni la COVID puede con Raphael, que en el peor año para la música vuelve con el que será el concierto más multitudinario de la pandemia en España y con nuevo disco de duetos en el que versiona “la flor y la nata” de las canciones ajenas a su repertorio, incluida una de Julio Iglesias… sin Julio Iglesias.
“No sé por qué no se ha hecho nunca ese dúo. Hay que tener en cuenta que él vive allá y yo acá, pero cualquier día se puede dar”, ha vaticinado el artista en una charla con Efe ante “6.0” (Universal Music), que se publica este viernes y que se ha llamado así por sus 60 años de carrera.
En todo ese tiempo, no hay editada ninguna colaboración entre estos dos colosos coetáneos de la música española y con trayectorias paralelas, salvo la que grabaron en 1999 con el tema “Somos” para un especial de televisión en el que aseguraban que su relación, pese a los insistentes rumores de rivalidad, era excelente.
“Mi relación con Julio Iglesias ha sido siempre fenomenal. Es un caballero, un señor estupendo y muy buen artista. Aún no sé qué le ha parecido esta versión, pero me llamará seguro y me dirá”, ha vuelto a afirmar hoy, tras abrir su nuevo disco con el clásico del madrileño “Me olvidé de vivir”, pero con Manuel Carrasco como compañero de micrófono.
Raphael “nunca” se ha olvidado de vivir, ha puntualizado. “Tengo la suerte de trabajar en lo que me apasiona y la familia que tengo la vivo intensamente también”, ha señalado tras abordar esta y otras composiciones como “Vida Loca” (con Luis Fonsi), “Se nos rompió el amor” (con Vanesa Martín), “Lucha de gigantes” (con Izal) o “De quererte así” (con Pablo Alborán).
“Son canciones buenísimas, la flor y nata de todos estos años, temas que yo he escuchado por ahí, pero que no son mías y que no había tenido ocasión de grabarlas. Que vea el público que puedo y que debo hacerlas, porque yo le pongo a todo mi sello”, ha explicado.
De hecho, la primera que grabó fue “Resistiré” del Dúo Dinámico, pero “no por lo que la gente pueda pensar”, ha matizado el hombre nacido como Rafael Martos (Linares, 1943).
“Es una petición de mi mujer de hace 20 años. Era la primera vez que me proponía que cantara algo, pero entonces estaba con los tangos y no pegaba. Cada año que pasaba, me preguntaba de qué era el disco que iba a hacer, así hasta el año pasado, que le dije que iba a grabar la canción porque ahora sí cabía”, ha contado.
Otro tema histórico del pop español que ha abordado es “Vivir así es morir de amor” de su amigo Camilo Sesto, al que llama “uno más de la casa”, y el resultado no puede quedarle más a la medida al lado de Gloria Trevi.
“A mí todo lo bueno me viene como un guante y no tengo complejo en decir que no puedo cantar algo”, ha dicho quien ya hizo muy suyos temas como “Ma vie” de Alain Barriere, “My way” o “El tamborilero”.
“Cuando escucho algo que me gusta, me digo: ‘No sé cuándo, pero lo voy a hacer'”, ha insistido, lo mismo que le dijo a Dani Martín cuando cantó con él en televisión su tema “Qué bonita la vida”, que aquí interpreta con Alejandro Fernández.
De este proyecto destaca asimismo la nómina de colaboradores que, con alguna excepción como la de Omara Portuondo (“Lágrimas negras”), destaca por la media de edad de los mismos, con gente como Natalia Lafourcade (“Agradecer la marcha”), Mon Laferte (“Frente a Frente”) y Luciano Pereyra (“Alfonsina y el mar”).
“Yo no les pido el DNI para cantar, me importan los artistas y sus voces; no sé ni cuántos años tiene Pablo López”,ha señalado sobre otro de los participantes, quien le ha hecho uno de los dos únicos temas inéditos del álbum, “Treinta y seis”, en el que homenajea “El Tamborilero”.
Para el malagueño solo tiene buenas palabras. “Aparte de buen compositor, es un artista. No es solo que haga una canción, sino cómo la hace, cómo la vende y no se parece a nadie, que es un poco lo que me pasa a mí”, ha destacado.
Además del especial navideño que ha grabado para RTVE, este mismo formato del álbum lo llevará el próximo 19 de diciembre al Wizink Center de Madrid, dispuesto para acoger a “varios” de los invitados del disco y hasta a 6.000 personas, en lo que será el concierto de mayor formato visto en España desde que empezó la pandemia.
“Estoy muy contento porque empiezo a ver luz al final del camino. Ya se habla de palabras maravillosas como vacuna que suenan a gloria”, ha señalado Raphael, que reconoce haber llevado el confinamiento “triste, pero siendo muy obediente”.
Para este hombre incansable que dice tener ahora más energías que en sus inicios, lo único que sigue pendiente es la continuación de “Y mañana qué”, aquellas memorias con la primera parte de su carrera que publicó en 1998.
“Necesito tiempo. Podría haber aprovechado todos estos meses, pero yo estaba en otra onda, pensando en cómo sacar mi carrera adelante con el parón que había. Cuando coloquemos el 7 en lugar del 6, ahí saldrá la segunda parte”, ha prometido.