Los Ángeles, 15 dic (EFE News).- Las familias latinas representan el mayor grupo entre aquellos que sufren más daño por el alto costo de los arrendamientos en Los Ángeles, con el 59 %, y tienen que destinar más de un tercio o incluso más de la mitad de sus ingresos para el pago de la renta, aseguró un reporte presentado este martes por la Universidad del Sur de California (USC).
Esta fuerte carga económica sobre el presupuesto del hogar pone a las familias en un grave riesgo de inseguridad alimentaria, falta de seguro de salud y otras limitaciones económicas graves, señala el informe.
Entre los afroamericanos, el estudio encontró que 27 % tenían que gastar más de la mitad de sus ingresos en arriendo y entre los blancos no hispanos 10 % estaban en esa condición El análisis destaca que esta situación ocurría “aun antes de la pandemia” del coronavirus -entre enero y octubre 2019- y se ha agravado por la falta de ingresos a raíz de la crisis económica generada por la covid-19.
“Este estudio nos dice que muchos residentes estaban ya profundamente afectados económicamente antes de la pandemia de covid-19”, señaló Gary Painter, coautor del reporte y director del Centro USC Price para Innovación Social.
“La pandemia ha revelado aun más cómo muchos estadounidenses viven de cheque en cheque, y una factura no esperada los pueda hacer perder su vivienda”, advirtió el investigador.
Así, para finales de mayo de este año, 25 % de los arrendatarios latinos no pagaron la renta correspondiente a ese mes o hicieron solo un pago parcial.
Para cumplir con el pago mensual del arriendo las familias sobrecargadas con este costo han tenido que hacer recortes en alimentos (más del 60 % de los hogares), ropa (45 %) y transporte (33 %).
Cerca de la mitad de las 794 familias encuestadas informaron que en el periodo de dos años anteriores habían tenido que demorar el pago de otras facturas o adquirir nuevas deudas para poder cumplir oportunamente con el pago del arrendamiento.
El estudio señala que destinar más de 30 % al pago arrendamiento representa un presupuesto familiar “sobrecargado” por este gasto, y si se destina más del 50 % del ingreso se considera “gravemente sobrecargado”-
A corto plazo los autores consideran que hay que proteger a las familias de los desalojos con subsidios económicos y la ampliación de los plazos, y estableciendo políticas para ayudar a los pequeños arrendadores.
A largo plazo es urgente la acción estatal y federal para evitar un aumento de la ya grave crisis de personas que no tienen un lugar permanente para vivir.
“Para ayudar a las personas a sobrevivir esta crisis se requieren acciones fuertes y decisivas del Gobierno, un sólido deseo político y entender que simplemente no podemos volver al statu quo previo a la pandemia”, concluyó Painter.