Bruselas, 28 dic (EFE).- El coronavirus truncó en julio la celebración de Tomorrowland, el festival de música electrónica, y obligó a sus fundadores a reinventar el evento en la esfera digital. Tras su estreno virtual este verano, vuelven este formato en Nochevieja con una edición con más interactividad con el público.
“Estoy orgulloso de decir que ‘Tomorrowland 31.12.2020’ está unos pasos por delante del festival digital de verano”, cuenta a Efe Michiel Beers, cocreador del encuentro musical que cada julio reúne en Bélgica la friolera de medio millón de espectadores de todo el mundo.
Con David Guetta como cabeza de cartel, la edición virtual que despedirá el 2020 será una propuesta audiovisual “más interactiva” para los participantes, adelanta Beers, una experiencia que se encuentra a medio camino entre el cine, la música y los videojuegos.
“Hemos desarrollado una aplicación que te puedes descargar en el teléfono si quieres hacer cosas interactivas con la gente para que la experiencia sea lo más pura posible”, señala el cofundador.
Entre las rutilantes estrellas que pincharán en el evento de fin de año destacan Major Lazer, Armin van Buuren, Martin Garrix, Dimitri Vegas & Like Mike, Charlotte de Witte y Meduza, cuyas actuaciones fueron grabadas el pasado noviembre en Boom, localidad belga que acoge el festival desde 2005.
NAOZ será la sede imaginaria de esta edición —en la que también participará la leyenda del Hip-Hop, Snoop Doogg— que está diseñada con las tecnologías más punteras en 3D, producción de vídeo y efectos especiales.
“No hemos parado de trabajar desde agosto. Hicimos muchas pruebas para elegir las mejores cámaras, crear nuevos efectos, hacer las cosas más realistas, mejorar la interacción entre la gente y hacer ambientes más locos”, explica el responsable de la cita.
Los espectadores podrán navegar a través de cuatro escenarios virtuales (The Melodia, Atmosphere, Planaxis y Pulse), a los que podrán acceder desde cualquier ordenador, smartphone o tablet.
La organización ha adaptado la emisión a 27 zonas horarias distintas para que la última noche del año baile a ritmo de los DJs “desde Nueva Zelanda hasta Hawai” en una cita que abarcará desde las 20.00 hasta las 3.00 horas.
“EL FESTIVAL REAL ES IRREMPLAZABLE”
A pesar del esfuerzo de sus organizadores por crear algo “especial, bonito y único” a través de las pantallas, Beers reconoce que la experiencia real del macrofestival es “absolutamente” irremplazable y espera volver a reunir al público frente a los escenarios “en verano de 2021”.
Para hacer esto posible, mantiene conversaciones “al más alto nivel” con el Gobierno belga para barajar la viabilidad del proyecto el próximo verano, pero recuerda que todo depende de cómo evolucione la crisis sanitaria.
“En unos tres meses sabremos que ocurrirá, pero ahora es demasiado pronto”, añade Beers, que confía en que el final de la situación actual “esté cerca” para volver a organizar pronto el legendario festival.
A pesar de que ambos proyectos, el real y el virtual, “no se pueden comparar”, Beers augura un futuro prometedor a los conciertos digitales, algo “impensable” hace un año, y sostiene que encontrarán “su propio camino” en el mundo postpandemia si se hacen “en el momento y con los artistas adecuados”.
La cancelación de Tomorrowland en abril no pilló al equipo por sorpresa, previamente tuvieron que anular el evento de invierno que se celebra en marzo en los Alpes, aunque sí fue un duro golpe económico: “Perdimos el 95 % del volumen de negocios del año”.
Afortunadamente, el formato virtual de verano, ‘Tomorrowland Around the World’, logró sumar un millón de espectadores, cuadrando los ingresos y los gastos, aunque sin obtener “grandes beneficios”.
El 31 de diciembre, Beers espera atraer como mínimo a un millón de personas, pero matiza que la realidad de los festivales digitales es que el “60% de los tickets se venden la semana previa” al evento.