Houston (EE.UU.), 17 ene (EFE).- Esta vez no hubo sorpresas en la segunda semana de playoffs de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), en la que los equipos con la ventaja de campo y favoritos, los Green Bay Packers y los Buffalo Bills, hicieron buenos los pronósticos al lograr sendos triunfos que los pusieron en las finales de sus respectivas Conferencias Nacional y Americana.
Aunque su llegada a la lucha por el título se dio por caminos muy diferentes, en cuanto al juego que desarrollaron en el campo y que les permitió dar un paso más por alcanzar el Super Bowl LV.
Como se esperaba, en medio del frío, viento y temperatura bajo cero, el mariscal de campo Aaron Rodgers lanzó dos pases de touchdown y corrió para otro, que dieron a los Packers a una victoria por 32-18 sobre Los Angeles Rams, en partido de la Ronda Divisional de la NFC.
Con su triunfo, los Packers llegan al duelo de campeonato de la NFCa Nacional por cuarta vez en las últimas siete temporadas, y continúan en búsqueda del Super Bowl en una década.
Será el primer partido de campeonato de conferencia en el “Lambeau Field” desde que fueron anfitriones de la temporada 2007, cuando perdieron 20-23 contra los Giants de Nueva York en tiempo extra.
Green Bay ganó el Super Bowl de la temporada 2010 como sexto clasificado de la Nacional, y ha perdido en Seattle, Atlanta y San Francisco en sus últimas tres apariciones.
Los Packers dejan su marca en 14-3 en lo que va de temporada, mientras que los Rams quedaron eliminados con números de 11-7, en lo que fue una campaña llena de altibajos.
Rodgers completó 23 de 36 para 296 yardas, estuvo siempre en control de la ofensiva ganadora de los Packers y se llevó el duelo individual con el pasador titular de los Rams, Jared Goff.
Mientras que el corredor Aaron Jones avanzó 99 yardas por tierra y consiguió una anotación después de completar 14 acarreos.
La carrera de touchdown de Rodgers fue la primera de un mariscal de campo de los Packers en un partido de playoffs en Lambeau Field desde la escapada ganadora de Bart Starr en el Ice Bowl contra los Dallas Cowboys, el 31 de diciembre de 1967.
Goff no pudo disfrutar del triunfo al completar 21 de 27 pases para 174 yardas y un touchdown, menos de tres semanas después de someterse a una cirugía del pulgar de la mano derecha, con la que lanza, lo que hizo que se ganase el respeto de su equipo.
En el partido celebrado en Orchard Park, el esquinero Taron Johnson interceptó pase cuando restaban 41 segundos del tercer cuarto y los Bills vencieron 17-3 a los Ravens de Baltimore y se aseguran su primera aparición en un campeonato de la AFC en 27 años.
Los Bills avanzaron al partido de la AFC por primera vez desde 1994.
Buffalo también extendió una temporada en la que ha roto numerosas sequías al reclamar su primer título de la División Este en 25 años y, con la victoria de la semana pasada sobre los Colts de Indianápolis, ganando su primer juego de postemporada desde el mismo año.
Los Bills jugarán la próxima semana contra el ganador del segundo partido de la Ronda Divisional de la AFC entre los Kansas City Chiefs, actuales campeones del Super Bowl, y los Cleveland Browns.
Buffalo ha ganado ocho partidos de manera consecutiva, igualando su mejor racha desde 1990.
Las 13 victorias de temporada regular igualaron un récord de franquicia establecido tanto en 1990 como en 1991 en una temporada en la que establecieron numerosos récords ofensivos en una sola temporada, incluyendo anotar 501 puntos.
El retorno de la interceptación de 101 yardas igualó el más largo en la historia de la NFL y marcó una salida defensiva estelar de Buffalo (15-3).
El mariscal de campo de los Bills, Josh Allen completó 23 de 37 pases para 206 yardas, con un pase de anotación.
Mientras que Lamar Jackson, mariscal de campo de los Ravens, no regresó al campo tras sufrir una conmoción cerebral en la última jugada del tercer cuarto, y dos después de que Johnson lograse el touchdown decisivo.