Los Ángeles, 19 ene (EFE News).- La presidencia de Donald Trump dejará sin duda huella en la comunidad latina tras imponer su visión de un Estados Unidos con menos inmigrantes y más enfocado en el crecimiento económico. El mandato que concluye este miércoles ha dejado cinco momentos clave.
El magnate republicano inició con un paso firme su labor de dejar una marca, e implantar su estilo, incluso mucho antes de llegar a la Presidencia.
1.- LOS MEXICANOS VIOLADORES
Arrancando su campaña, y cuando las perspectivas de que se alzara con la candidatura republicana eran muy bajas, Trump arremetió en junio de 2015 contra los inmigrantes mexicanos.
“Cuando México manda a su gente, no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, crimen. Son violadores. Y asumo que hay algunos que son buenos”, dijo el magnate en un discurso de 45 minutos que pronunció desde la torre del centro de Manhattan que lleva su nombre, en Nueva York.
Este sería el comienzo de una serie intervenciones en las que usó calificativos despectivos con los que se despachó contra los inmigrantes, y que causaron quejas oficiales de sus vecinos del sur.
Trump nunca detuvo sus ataques. En enero de 2018 la emprendió contra El Salvador, Haití y varios países africanos, a los que llamó “estercolero” (shithole) y sugirió que preferiría recibir en Estados Unidos más inmigrantes de Noruega en lugar de los de esas naciones.
2.- EL MURO DE TRUMP
En el mismo discurso que Trump llamó a los mexicanos “violadores”, el republicano propuso un “gran muro” en la frontera entre los dos países y que “México lo pague”, promesa que no logró cumplir.
Sin embargo, Tinker Salas asegura que el muro será por años el sello de la Presidencia de Trump, como un símbolo de su discurso nacionalista.
Precisamente en uno de los momentos más críticos de su gestión, tras el asalto de cientos de sus seguidores al Capitolio, el magnate acudió a Álamo (Texas) para inspeccionar los avances en la construcción de la barrera.
3.- LA SEPARACIÓN DE NIÑOS
La frontera sur de EE.UU. también fue escenario de una de las más duras políticas de Trump contra la comunidad latina, y que le costó señalamientos tanto dentro como fuera del país.
En 2018, el Gobierno instauró la política de “cero tolerancia”, en la que separó a los padres migrantes que ingresaban de sus hijos, en un intento, según la Administración, de disuadir de a las familias que se aventuraban a pasar la frontera y que estaban llegando por miles.
Aunque la medida fue detenida por un tribunal federal, entre abril y junio de ese año más de 3.000 menores de edad fueron apartados de sus padres.
Actualmente más de 600 menores permanecen separados, y no se ha podido contactar a los progenitores, que en muchos casos han sido deportados o han retornado a sus países sin medios para informarse del paradero de sus hijos.
4.- GRAN ECONOMÍA Y MENOS DESEMPLEO PARA LATINOS
Pero no todos las huellas que deja la Presidencia de Trump son negativas para los latinos. El buen desempeño de la economía antes de la llegada de la pandemia del coronavirus, la reducción de los impuestos y la ayuda a las pequeñas empresas impactaron en favor del mandatario, y de su causa.
En febrero de 2020, el desempleo en Estados Unidos se situó en 3,5 %, el nivel más bajo en medio siglo. Aunque los hispanos estuvieron casi un punto porcentual por encima del promedio general con 4,3 %, el comportamiento era una muestra de la solidez del mercado laboral entre los latinos.
5.- MÁS ADEPTOS LATINOS A LOS REPUBLICANOS
El buen comportamiento de la economía fue uno de los factores para que, a pesar de los pronósticos, el magnate lograra aumentar el apoyo de los votantes hispanos en su favor.
Aunque el incremento de 28 % en 2016 a 32 % en 2020 entre los votantes latinos en favor del republicano no pareciera tan abrumador, Trump avanzó notablemente a lo largo de Texas -especialmente en la frontera con México- y su apoyo aumentó entre los latinos en Florida.
Los cubanoamericanos en Miami que se inclinaron hacia el Partido Demócrata durante las campañas de Barack Obama y Hillary Clinton, se volvieron a favor de Trump, lo que contribuyó a su victoria en el Estado del Sol, y a posicionar a varios de sus seguidores en el Congreso.