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March 28, 2024

Un 2021 entre la cautela pandémica y la esperanza digital

Madrid, 18 ene (EFE).- Amortiguar, solucionar, resistir… son algunos de los verbos que se repiten entre los profesionales de la industria deportiva de cara a este 2021 recién estrenado, en el que la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia de coronavirus se impone, aunque también se apuntan esperanzas digitales.

Gestores de competiciones como La Liga de fútbol o la ACB de baloncesto, la asociación de federaciones Adesp, los empresarios de instalaciones deportivas (FNEID), empresas de comercio electrónico deportivo como Deporvillage, la plataforma televisiva DAZN y la organizadora de competiciones de ‘eSports’ LVP han compartido con EFE sus previsiones para este 2021.

En todas ellas destaca la pandemia, el tema que ha marcado de forma indiscutible el 2020 y lo hará también en 2021, con un impacto importante en los clubes deportivos, que aspiran a recuperar al público en los estadios si la evolución de las circunstancias sanitarias y el avance de la vacunación lo permite.

“A nosotros nos gustaría que la vuelta a los estadios fuera lo antes posible, tanto por el bien de los aficionados como de los clubes, pero el plan de vuelta de los aficionados a los estadios debe ser acorde a la evolución de la pandemia”, admite el director general de LaLiga, José Guerra, resumiendo una tendencia general.

Desde la ACB de baloncesto, que ya reclamó en diciembre al Consejo Superior de Deportes (CSD) una vuelta a los pabellones de un máximo de 500 personas, su director general José Miguel Calleja recuerda que están “preparados para abrir los pabellones según un protocolo estricto” y se emplaza a futuras reuniones con el CSD.

“La ausencia de público está afectando económicamente a nuestros clubes, ya que el ‘ticketing’ es una parte importante de sus ingresos. Cada día que pasa sin recibir soluciones la situación se vuelve más delicada”, agrega Calleja.

El fútbol profesional comparte esas dificultades, y admite que no recibir aficionados en esta temporada sería “un duro golpe económico para muchos clubes”, pero serían “capaces de amortiguar” una 2020-21 sin público gracias al control económico.

PREOCUPACIÓN POR LA POSIBLE DESAPARICIÓN DE CLUBES E INSTALACIONES

José Hidalgo, presidente de Adesp y de la Federación Española de Triatlon, cree que las federaciones resistirán, pese a la “merma de recursos que afecta al día a día”, pero alerta de que los problemas de los clubes deportivos van mucho más allá de los profesionales.

“Nos preocupan mucho los clubes, ellos son quienes más están sufriendo esta crisis. Son la base del sistema federativo, forman un tejido asociativo muy comprometido y no queremos que suceda como en la anterior crisis, en la que desaparecieron un 23% de los clubes españoles”, recalca Hidalgo. Sin clubes, habrá “un menor número de licencias y practicantes, gestores y técnicos deportivos”, añade.

En esa misma preocupación están los empresarios de instalaciones deportivas y gimnasios, que han acabado 2020 con una merma del 60% de facturación respecto al año anterior y que califican la situación como “crítica”.

“Los periodos buenos de inscripciones, que suelen ser septiembre y enero, han sido momentos muy malos en lo sanitario. Es evidente que esta crisis va a provocar un daño que para algunos centros será irreparable”, lamenta Alberto García Chápuli, gerente de la Federación de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID).

Para hacer frente a esta situación, los empresarios piden que los centros deportivos sean considerados “un agente clave en la lucha contra la COVID-19” e incluso se les considere “un servicio de salud” al hilo de la designación del deporte como Actividad de Interés General por el Congreso de los Diputados, una herramienta que es “la gran oportunidad” según Adesp.

“Ahora necesitamos pasar a la acción y que se entienda el deporte como una palanca de transformación económica y social”, añade Hidalgo. Llevado a lo concreto: igualar a la media europea el volumen de financiación pública al deporte federado. “Si nos comparamos con la media europea, la inversión en deporte en este país está 100 millones de euros por debajo de la media”, defiende.

TELEVISIÓN, ‘eSPORTS’ Y COMERCIO ELECTRÓNICO QUIEREN SEGUIR CRECIENDO

No todos han perdido en 2020. Para la plataforma de televisión digital deportiva DAZN, como para toda la oferta de ocio digital a nivel mundial, el año pasado fue de crecimiento. “La crisis nos ha permitido salir reforzados (…) Hemos conseguido recuperar la base de suscriptores a niveles pre-pandemia”, explica a EFE su responsable en España, Veronica Diquattro.

“Los próximos meses serán clave para la expansión global de la plataforma”, añade la ejecutiva de esta plataforma OTT que en diciembre anunció su expansión de la mano de la retransmisión de boxeo, con la que llega a 200 países.

De la misma forma que la televisión han crecido los ‘eSports’, los únicos que por su naturaleza han seguido compitiendo incluso durante los confinamientos, que les dieron a conocer.

“La duda era si era un público que se quedaría o no. Finalmente, ese público siguió consumiendo eSports”, asegura Jordi Soler, consejero delegado de la Liga de Videojuegos Profesional, del Grupo Mediapro, que ha batido su récord de espectadores, 59 millones, un 43% más que en 2019. No obstante, se han quedado sin competiciones presenciales, que esperan recuperar en la segunda mitad del 2021.

El otro sector que ha ganado en el turbulento 2020 es el comercio electrónico, donde empresas como Deporvillage han visto duplicar su facturación respecto al año pasado, alcanzando los 120 millones de euros en ventas, impulsados por el ciclismo, la carrera, el montañismo o el ejercicio físico en casa.

“Si bien es cierto que hay fenómenos puntuales, como la venta de rodillos, mancuernas o bicis estáticas, que puede que no se vuelvan a repetir con ese volumen; pienso que la venta ‘online’ en su conjunto, y la deportiva en particular, ha dado un salto de dos años, y seguirá creciendo en 2021”, apunta su consejero delegado y cofundador, Xavier Pladellorens.

INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA PARA DAR MEJOR CONTENIDO

Una cosa vincula a todos los actores de la industria del deporte, los que sufrieron en 2020 y los que crecieron, para todos el reto de 2021 es eminentemente digital: aumentar su conocimiento del consumidor digital para acercarse más a sus intereses, algo que repiten todos los entrevistados.

Desde las federaciones, José Hidalgo cree que una clave para el año recién estrenado en la industria será “innovar en el patrocinio deportivo” e incorporar “nuevas tecnologías” para mejorar la oferta de contenidos.

Coinciden en la ACB, centrada en crear “canales de comunicación con el aficionado” para “mejorar para entretener e interesar de la forma más atraiga”, e incluso los empresarios de instalaciones deportivas valoran el papel beneficioso de la tecnología.

“La bidireccionalidad que ofrecen estas herramientas está permitiendo que la comunicación usuario-centro sea fluida a través de canales digitales. Están siendo importantes para que los usuarios se mantengan activos pero nunca podrán sustituir la presencialidad”, recuerda García Chápuli (Fneid).

Un paso más allá está LaLiga, que ha empaquetado todos sus productos digitales en una nueva empresa ‘LaLiga Tech’, valorada en 450 millones de euros, para prestar servicios a terceros, que según José Guerra, “ya está despertando el interés de decenas de fondos y bancos de inversión”.

Las plataformas de comercio digital como Deporvillage, aspiran a que la tecnología les permita conocer mejor a su consumidor y mejorar la logística; la LVP apuesta por que su contenido genere más interacción con su espectador; y servicios de televisión digital como DAZN esperan que las nuevas innovaciones que están llegando aumenten la calidad de sus retransmisiones.

“La llegada de 5G nos ayudará a mejorar aún más la calidad de las retransmisiones y las nuevas tecnologías nos van a permitir personalizar cada vez más la experiencia de cada usuario”, remarca Verónica Diquattro, que recuerda que 2021 será un año de deporte “de primer nivel”, con los Juegos Olímpicos de Tokio. Si la pandemia, la gran preocupación de la industria deportiva, lo permite.