Washington, 20 ene (EFE).- El Partido Demócrata de Estados Unidos tomó el control del Senado, con lo que ahora domina las dos cámaras del Congreso y la Casa Blanca.
Los progresistas tomaron el control de la Cámara Alta después de que los dos nuevos senadores por Georgia, Raphael Warnock y Jon Ossoff, asumieran el cargo.
La nueva vicepresidenta de EE.UU. y por lo tanto nueva presidenta del Senado, Kamala Harris, tomó el juramento de Warnock y Ossof, así como de Alex Padilla, que la sustituye precisamente a ella como senadora por California, cargo al que renunció el lunes.
El Senado está ahora dividido con 50 senadores demócratas y otros 50 republicanos, pero Harris, como presidenta de la cámara, rompe el empate a favor de los progresistas.
El senador neoyorquino Chuck Schumer asumió así el cargo de líder de la mayoría en la Cámara Alta, sustituyendo al republicano Mitch McConnell, que ha dirigido la mayoría conservadora en el Senado por los últimos 6 años.
“Con el cambio de la mayoría en el Senado, el Senado funcionará de forma diferente. Este Senado legislará, será activo, receptivo, enérgico y audaz”, dijo el nuevo líder de la Cámara Alta.
Los demócratas ganaron en las elecciones de noviembre la Casa Blanca y revalidaron la Cámara Baja, pero el control del Senado quedó abierto con los republicanos como favoritos a falta de determinar en una segunda vuelta los escaños de Georgia.
Sin embargo, los demócratas lograron hacerse con esos dos escaños que les permitirán marcar la agenda legislativa por al menos los próximos dos años, hasta las legislativas de 2022, y evitar el presumible bloqueo que iba a ejercer la oposición republicana.
Entre los primeros desafíos que tiene la mayoría demócrata en el Senado están la rápida confirmación del Gabinete de Biden, así como la celebración del juicio político contra el expresidente Donald Trump por “incitación a la insurrección”, con el asalto de sus seguidores al Capitolio el pasado 6 de enero.