Washington, 14 feb (EFE).- El presidente de EE.UU., Joe Biden, reconoció anoche que la absolución de Donald Trump en el juicio político en su contra demuestra que la “democracia es frágil” y, por ello, pidió a todos los estadounidenses “defender la verdad y derrotar las mentiras”.
Solo usando la verdad, argumentó Biden, EE.UU. será capaz de acabar con la “guerra no civil” entre demócratas y republicanos y “curar el alma de la nación”.
“Este triste capítulo en nuestra historia nos ha recordado que la democracia es frágil. Que siempre hay que defenderla. Que siempre debemos estar alerta. Esa violencia y extremismo no tienen cabida en EE.UU.. Y cada uno de nosotros tiene el deber y la responsabilidad como estadounidenses, y especialmente como líderes, de defender la verdad y derrotar las mentiras”, manifestó.
Biden, que llegó al poder el 20 de enero, se posicionó en un comunicado el sábado por la noche, horas después de que el Senado de EE.UU. absolviera a Trump del cargo de “incitar una insurrección” en el asalto al Capitolio del 6 de enero, en el que murieron cinco personas.
El marcador final de la votación quedó con 57 senadores a favor de la condena y 43 en contra, unas cifras insuficientes para los demócratas que necesitaban una mayoría de 67 votos para sancionar al exmandatario, algo que desde el principio parecía altamente improbable.
Sin embargo, siete republicanos votaron a favor de condenar a Trump por “incitar una insurrección”: Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney, Ben Sasse, Bill Cassidy, Pat Toomey y Richard Burr.
Por tanto, a pesar de la absolución, se trata del “impeachment” presidencial que más apoyo bipartidista ha recibido de los cuatro de la historia de EE.UU., una lista que incluye los procesos contra Andrew Johnson (1865-1869), Bill Clinton (1993-2001) y los dos contra Trump.
Al respecto, Biden resaltó el apoyo de varios republicanos a la condena y argumentó que, aunque el voto final no desembocó en un castigo para Trump, “el contenido del cargo no está en disputa”.
Es decir, según Biden, nadie duda del papel que el expresidente jugó al alentar a sus seguidores a irrumpir en el Capitolio, un aspecto que el propio líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, destacó durante su discurso final el sábado, cuando dijo que Trump era “prácticamente y moralmente responsable” de lo que ocurrió.
Biden, un demócrata de centro, llegó al poder con la difícil tarea de unir al país y acabar con la polarización que ha dominado la política estadounidense durante los últimos años.
El juicio político a Trump duró solo cinco días, ya que ambos partidos habían optado por un proceso rápido sin testigos.
El proceso pasará a la historia en dos sentidos: porque convirtió a Trump en el primer presidente estadounidense en afrontar y ser absuelto en dos juicios políticos -tras el celebrado hace un año por sus presiones a Ucrania- y porque nunca antes se había sometido a un “impeachment” a un mandatario cuando ya no está en el poder.