Nueva York, 22 mar (EFE).- Un tribunal de Nueva York encontró culpable de tráfico de cocaína a Geovanny Fuentes Ramírez, un narcotraficante al que el Gobierno de EE. UU. considera “socio” del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, cada vez más acorralado por la Justicia estadounidense.
Los 12 miembros del jurado, que comenzaron sus deliberaciones la tarde del viernes pasado, determinaron hoy que la Fiscalía había demostrado más allá de la duda razonable la veracidad de los tres cargos contra el acusado de tráfico de cocaína y de posesión de armas y de artefactos de destrucción, que podría acarrear una sentencia a cadena perpetua.
Tras conocerse el veredicto, Hernández respondió con un tuit en inglés y español criticando el proceso y calificándolo de un medio para redactar “titulares dramáticos para promover el falso testimonio de los narcos que derrotamos”.
“Cualquier narrativa sobre la batalla contra el narcotráfico en Honduras que omita la reducción sin precedentes del 95 % (datos oficiales de USA) que logramos, generalmente es solo un vehículo para titulares dramáticos para promover el falso testimonio de los narcos que derrotamos”, escribió el presidente de Honduras.
DOS AÑOS ACOSANDO AL PRESIDENTE DE HONDURAS
A pesar de las estadísticas que blande Juan Orlando Hernández en su defensa, la Fiscalía estadounidense lleva ya dos años insistiendo una y otra vez en que Honduras es un narcoestado y que Hernández, los exmandatarios Porfirio Lobo y José Manuel Zelaya, el vicepresidente, Ricardo Arias, y otros altos responsables políticos, judiciales y de seguridad han aceptado sobornos a cambio de proteger y facilitar el contrabando de drogas en Honduras.
La primera ofensiva contra el presidente Hernández, contra el que todavía no hay ninguna acusación formal en Estados Unidos, comenzó con la detención de su hermano “Tony” Hernández en noviembre de 2018.
En 2019, como parte de dicho proceso, la Fiscalía implicó al mandatario en una conspiración para usar dinero del narcotráfico con el fin de mantenerse en el poder.
En total, habría recibido al menos 1,5 millones de dólares en sobornos como apoyo a su carrera presidencial a cambio de protección, según afirmó en el tribunal el exalcalde Alexander Ardón.
Juan Orlando Hernández calificó entonces de “falsas y perversas” las afirmaciones de que había usado dinero del narcotráfico en su campaña de 2013, dando comienzo a un cruce de acusaciones y negaciones entre la Fiscalía de EE.UU. y la presidencia hondureña que continúa hasta hoy.
Sin embargo, el veredicto de culpabilidad contra Tony Hernández, que escuchará su sentencia la próxima semana, dio un espaldarazo a las autoridades estadounidenses.
ACUSADO DE SER “SOCIO” y “CO-CONSPIRADOR” DE NARCOTRAFICANTES
En este segundo proceso contra un narcotraficante hondureño, que arrancó después de que Fuentes Ramírez fuera apresado en Miami en febrero del año pasado, las acusaciones de la Fiscalía estadounidense han dado un paso más allá, para implicar directamente al presidente hondureño en el narcotráfico.
Lo hizo a través de su testigo estrella, el exlider del cártel hondureño los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, detenido en Estados Unidos y que coopera con las autoridades y de dos testigos protegidos, que testificaron con nombres falsos y que corroboraron las declaraciones de Rivera.
“Tony Hernández es, al igual que Juan Orlando Hernández, uno de los socios en el narcotráfico del acusado. Es el hombre que dirigía el tráfico para Orlando”, aseguró el viernes pasado el fiscal Michael Dennis Lockard durante su alegato final, en el que no dudó en tildar al jefe del Estado de Honduras de “co-conspirador”.
La sede del Ejecutivo en Tegucigalpa ya había asegurado a principios de enero a través de Twitter que “la versión que Pdte. @JuanOrlandoH supuestamente aceptó dinero de drogas de un Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, o dio protección o coordinación a narcotraficantes, es 100 % falso y parece estar basado en mentiras de criminales confesos que buscan venganza”.
EL SUPUESTO NARCOLABORATORIO DEL PRESIDENTE
Según el relato de la Fiscalía, respaldado ahora en parte por la decisión del tribunal, Hernández se asoció en 2013, cuando era candidato a la Presidencia, con Fuentes Ramírez para mantener en funcionamiento un narcolaboratorio que el acusado había abierto entre 2009 y 2010 a las afuera de la localidad de Choloma.
Supuestamente, Fuentes Ramírez entregó entonces (2013) al futuro presidente 15.000 dólares en efectivo: “Pero Juan Orlando Hernández no quería sólo el dinero del acusado, quería acceso a la cocaína del acusado”, subrayó e fiscal Lockard en su alegato final de este viernes.
“El laboratorio del acusado estaba a muy poca distancia del mayor puerto de Honduras, Puerto Cortez, y Juan Orlando quería la cocaína del acusado para exportarla desde ahí”, dijo el fiscal, antes de apuntar que para seguir con ese negocio, Hernández entregó a Fuentes Ramírez el contacto de su hermano Tony Hernández.
El próximo 30 de marzo, el juez Kevin Castel leerá la sentencia de Tony Hernández, para quien la Fiscalía ha solicitado cadena perpetua, y el 22 de junio, el mismo juez ha programado la de Fuentes Ramírez. Sin embargo, el juicio indirecto contra Juan Orlando Hernández no parece que haya llegado a su fin.