Washington, 27 ago (EFE).- La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, envió este viernes un mensaje a las familias de los militares destacados o que han participado en la misión en Afganistán, a quienes aseguró que “no están solos”.
En una publicación en Facebook, Jill Biden se pronunció un día después del ataque de un suicida en el aeropuerto de Kabul, que causó decenas de muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses.
“El trágico atentado de esta semana en las afueras del aeropuerto de Kabul nos dejó con la dolorosa realidad del mayor sacrificio que están dispuestos a hacer”, afirmó la esposa de presidente Joe Biden.
“Por favor -continuó-, únanse a mí en oración por los caídos y los que todavía sirven en el frente, así como por sus familias”.
La primera dama, quien recordó que es madre de un militar, en alusión a Beau Biden, quien murió en 2015 de un tumor cerebral a los 46 años, reconoció que para las familias y sus allegados la misión durante los últimos 20 años en Afganistán ha sido “personal” y “han cargado con su enorme peso”.
Y aseguró que ahora que la presencia militar estadounidense en el país centroasiático llega a su fin, “es posible que estén experimentando muchas emociones”.
“Sepan que mi corazón está con ustedes mientras navegan por lo que viene para su familia, su comunidad y nuestra nación. No están solos”, escribió.
En ese contexto, apuntó que si enfrentan dificultades y necesitan ayuda se pongan en contacto con las distintas líneas de atención para los miembros del servicio activo, los veteranos, sus familias, cuidadores y sobrevivientes.
“Lo que podemos hacer es igualar su devoción con la nuestra. Podemos estar a su lado y honrar su servicio. Si necesitan hablar con alguien, contáctense”, pidió.
La Casa Blanca advirtió este viernes que los últimos días de los soldados de EE.UU. en Afganistán, que tienen previsto culminar su repliegue para el 31 de agosto, pueden ser “los más peligrosos hasta la fecha”.
EE.UU. tiene a más de 5.000 militares desplegados en Afganistán para proteger el aeropuerto de la Kabul, que fue objetivo del ataque del jueves, con el fin de terminar de manera segura las evacuaciones de los estadounidenses y colaboradores afganos que quedan allí y retirarse finalmente del país para próximo martes.