Tapachula (México), 1 sep (EFE).- Tras la práctica disolución de las dos primeras por parte de las autoridades, una tercera caravana migrante conformada por centenares de personas, en su mayoría haitianos, venezolanos y centroamericanos, salió este miércoles desde el municipio de Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, hacia el norte de México.
La mayoría de personas que viajan en este éxodo migratorio son hombres, mujeres y niños que han permanecido varios días, e incluso meses, en espera de documentos oficiales que les permitan quedarse o transitar por México.
Sin embargo, la desesperación y la falta de dinero los ha obligado a salir en caravana como el único medio para avanzar hacia la frontera norte del país.
Ni la fuerte lluvia que se ha presentado en la región desde la madrugada detuvo al contingente, que lleva a varias mujeres embarazadas.
Este nuevo flujo de migrantes caminó esta mañana rápido y avanzó cerca de cinco horas por el tramo carretero Huehuetán-Huixtla, donde podrían descansar por la tarde del miércoles.
TEMOR A LAS AUTORIDADES
Desde el pasado fin de semana se han conformado en la región otras dos caravanas migrantes, que si bien avanzaron varias decenas de kilómetros fueron finalmente disueltas por la Guardia Nacional y otras autoridades federales.
En la primera caravana se produjo un choque y dos agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) golpearon a un migrante, en un hecho muy criticado y por el que fueron apartados del servicio.
Tres agencias de la ONU -Acnur, OIM y ONU-DH- exigieron de hecho este martes a las autoridades mexicanas “respetar los derechos humanos de los migrantes” tras el violento operativo para disolver dicha caravana
Mientras que este mismo miércoles, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) expresó su “preocupación” por la seguridad y el bienestar de los miles de niños y adolescentes que viajan desde el sur de México hacia la frontera con Estados Unidos, y advirtió de los peligros que corren en estas caravanas.
SEGUIR AVANZANDO
Uno de los migrantes de Guatemala que se identifico como José, explicó este miércoles que se unió a esta caravana por la necesidad de avanzar, aunque sabe que las fuerzas federales ya los esperan en algún tramo carretero.
“Por favor, déjenos pasar porque vamos decididos a todo”, dijo.
Explicó que durante el trayecto se toparon con un camión del Instituto Nacional de Migración (INM) que intentó impedir su paso.
Cuando el presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca, suspendió el programa “Permenecer en México” de su antecesor, Donald Trump (2017-2021), que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su audiencia desde territorio mexicano.
Con ello, el flujo migratorio volvió a repuntar de manera que Estados Unidos detuvo el pasado julio en su frontera sur a 212.672 indocumentados, la cifra más alta en 20 años.