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April 19, 2024

Demócratas llegan optimistas al momento “crucial” para la reforma migratoria

Washington, 10 sep (EFE).- Los demócratas arrancaron este viernes los días “cruciales” en los que se sabrá si la reforma migratoria podrá incluirse en el proceso de “reconciliación presupuestaria” y así poder abrir una vía a la ciudadanía para millones de inmigrantes. Y encaran el reto con “optimismo”.

Los demócratas y los republicanos presentaron hoy sus argumentos a la “parlamentaria” Elizabeth MacDonough, quien interpreta las reglas del proceso legislativo. La funcionaria hará una recomendación que el jefe de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, puede ignorar o reemplazar.

La clave es si esta reforma migratoria tendrá un impacto sustancial en la economía de Estados Unidos y por ese motivo se puede incluir en “reconciliación presupuestaria”, vía legislativa que permitiría evitar el bloqueo republicano en el Senado.

El presidente, Joe Biden, tras su investidura en enero, propuso una reforma integral del sistema migratorio que incluía un proceso para otorgar la residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía a unos 11 o 12 millones de inmigrantes.

Esa idea no tuvo apoyo suficiente y los demócratas optaron por enfocarse en cuatro grupos: los amparados de deportación bajo el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, conocidos como “soñadores”), los que tienen Estatus de Protección Temporal (TPS), los trabajadores agrícolas y los clasificados como “esenciales”.

“Siempre he dicho que los demócratas no deben abandonar opción alguna para obtener una senda a la ciudadanía para los soñadores, tepesianos (amparados por el TPS) y trabajadores agrícolas y esenciales”, dijo a Efe el senador Bob Menéndez, demócrata de Nueva Jersey.

“Y eso es, exactamente, lo que hacemos aprovechando este momento”, agregó. “Confiamos en los argumentos que hemos preparado para la ‘parlamentaria'”.

Y una fuente del Congreso dijo a Efe que “los demócratas están unidos, desde el presidente Biden a los dirigentes en el Congreso” en ese objetivo, cuyo resultado final se conocerá en pocas semanas. “Somos muy optimistas”.

Por su parte, el senador Álex Padilla, demócrata de California, apuntó en Twitter que “los economistas más destacados están de acuerdo: una senda hacia la ciudadanía es un componente clave de una recuperación económica justa, equitativa y robusta”.

Luego de meses de negociaciones que poco avanzaron para lograr el apoyo de algunos republicanos, los demócratas, que tienen leve mayoría en ambas cámaras del Congreso, optaron por la vía de la “reconciliación”, que permite la aprobación con solo 51 votos en el Senado.

El Partido Demócrata cuenta con 50 senadores y los republicanos con 50, por lo cual el voto de desempate corresponde a la vicepresidenta, Kamala Harris. El mecanismo legislativo de “reconciliación presupuestaria” elude el requerimiento de 60 votos en el Senado.

El Gobierno de Biden ha propuesto un paquete presupuestario de 3,5 billones de dólares y los demócratas enfatizan su cálculo de que la regularización de inmigrantes aportará billones de dólares a la economía del país.

Por su parte, los republicanos objetan que esas propuestas no tienen auténtica naturaleza presupuestaria.

MacDonough, una funcionaria apartidista, ya en febrero decepcionó a los demócratas cuando decidió que era inapropiada la inclusión de una propuesta del Gobierno de Biden para subir a 15 dólares por hora el salario mínimo federal en el paquete de 1,9 billones de dólares para paliar los efectos de la pandemia de covid-19.

A falta de saber la opinión de la “parlamentaria”, es sabido que una amplia mayoría de los estadounidenses respalda un proceso que regularice y dé la ciudadanía a los que ya están en el país bajo programas temporales o sin documentos legales, según numerosas encuestas en ese sentido.

Empujados por este respaldo y años de espera, los grupos que abogan por los inmigrantes han intensificado en semanas recientes sus campañas y cabildeos, señalando a los demócratas la urgencia de una acción este año, y recordándoles que el 66 % de los votantes latinos contribuyeron a la victoria de Biden en noviembre pasado.

Y la presión también está creciendo en el ala más progresista de los demócratas y los representantes latinos como Chuy García, de Illinois, que avisó hoy a su partido de que si no incluye la reforma migratoria en el proyecto de “reconciliación” no podrá contar con su voto para sacar adelante el presupuesto nacional.

La postura del hispano es clave porque los demócratas tienen una escasa mayoría en la Cámara de Representantes y solo pueden permitirse perder pocos votos dentro de sus filas.

“Mi posición es firme: no hay reforma migratoria, no hay voto. Mire, el liderazgo demócrata no puede perder más de tres votos. Así que aumentemos las apuestas”, dijo este viernes en una teleconferencia organizada por la Coalición de Inmigración Empresarial Estadounidense (ABIC).

Pero la viabilidad de una reforma migratoria parcial dentro del proceso presupuestario se ha complicado por el constante arribo de cientos de miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, a la frontera sur, lo que lleva a los republicanos todavía más a rechazar cualquier medida en esta materia.

El Senado tiene a consideración dos leyes, aprobadas ya por la Cámara de Representantes, que abrirían la senda a la ciudadanía a millones de “soñadores”, “tepesianos” y trabajadores agrícolas indocumentados, aunque hasta ahora sin el suficiente apoyo republicano, por lo que la “reconciliación” se presenta como opción más viable.

Solo falta saber qué dirá la “parlamentaria”. Si dice sí, millones de inmigrantes podrían empezar a celebrar su regularización definitiva.