Tapachula (México), 2 nov (EFE).- La caravana de miles de migrantes conformada por centroamericanos y haitianos avanzó este martes en México, a pesar del visible cansancio de sus integrantes, a través del sureño estado de Chiapas, para continuar su camino a Ciudad de México, donde pretenden conseguir la estadía legal en el país.
Alrededor de las 3.30 horas de la madrugada (08.30 hora GMT), este éxodo masivo dejó la comunidad de Hermenegildo Galeana y se dirigió hacia la carretera federal con el objetivo de avanzar lo más rápido posible.
Esta caravana cumplió once días de caminar por nueve municipios de Chiapas a paso lento y con enfermedades en niños, adolescentes y mujeres que van con la idea de buscar un futuro mejor para sus hijos.
Además, el lunes falleció un migrante cubano en el rural municipio de Pijijiapan, en Chiapas, a causa de un disparo de la Guardia Nacional (GN), que abrió fuego contra un vehículo en el que viajaban varios migrantes. Otros cuatro resultaron heridos.
Varias organizaciones como Human Rights Watch (HRW) o la ONU-DH criticaron dicho acontecimiento y exigieron que se lleven a cabo todas las investigaciones pertinentes.
Los migrantes empezaron a subirse a camiones en grupos de entre 10 y 20 personas para avanzar los tramos sin agotarse y así evitar lastimarse los pies al caminar por la carretera y bajo el calor.
La hondureña Dayana Martínez caminó más de 120 kilómetros desde Tapachula al municipio de Pijijiapan, relató a Efe, acompañada de su esposo y su hijo de cuatro meses. Hasta el momento, han enfrentado fuertes lluvias, sol y enfermedades, por lo que ha pensado en regresar y desistir de la esta caravana que busca llegar a la capital.
“Mi hijo anda enfermo, tiene diarrea, vómito y flema en los pulmones. Lo he llevado al doctor pero no nos dan solución de nada y tengo que llevarlo a un hospital de especialidades”.
Los primeros grupos de migrantes empezaron a llegar a Pijijiapan después de caminar unos 20 kilómetros durante siete horas bajo el sol y altas temperaturas.
Algunos vehículos trasladaron a niños, mujeres y adultos mayores en algunos tramos para ayudarlos a llegar al municipio donde ya los esperaba las autoridades de tránsito estatal quien los guió a la Unidad de Protección Civil de ese lugar. Allí se les ofreció agua, alimento y lugar de descanso.
La cubana Marlene Arteaga, destacó en entrevista con Efe que es una travesía difícil y “la ausencia de ayuda” dificulta todavía más de el avance de los caminantes.
La mujer solicitó al gobierno de México que les ayude a poder avanzar libremente sin detenerlos.
Las autoridades de la Guardia Nacional, de la Secretaría de Marina y del Instituto Nacional de Migración (INM) mantienen operativos en tramos carreteros cercanos a la caravana en las últimas horas.
La región afronta un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha “encontrado” más de 1,5 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha desplegado más de 28.600 efectivos de las en las fronteras norte y sur, que han detenido a cerca de 33.700 migrantes en el último mes.
México ha detectado más de 190.000 inmigrantes indocumentados de enero a septiembre, cerca del triple de 2020, además de haber deportado a casi 74.300, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Las cifras de arrestos en la frontera de Estados Unidos con México alcanzaron en el pasado año fiscal niveles nunca vistos hasta ahora, con más de 1,7 millones de inmigrantes detectados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Esta nueva caravana se puso en marcha después de que en los primeros días de septiembre las autoridades mexicanas frustraron el avance de cuatro caravanas de migrantes que partieron precisamente desde Tapachula, municipio de Chiapas fronterizo con Guatemala.
Entonces, varias agencias de la ONU y ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desintegrar dichas caravanas.