Ciudad de México, 4 nov (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó este jueves estar detrás del encarcelamiento del exdirector de Pemex Emilio Lozoya (2012-2016), a quien un juez dictó prisión preventiva por el caso Odebrecht a petición de la Fiscalía.
“Yo no doy instrucciones en ese sentido. Además, la Fiscalía es autónoma. Imagínense yo recomendando algo al fiscal. Nunca lo haría y nunca lo he hecho”, respondió el mandatario en su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional.
En la víspera, el juez Artemio Zúñiga dictó prisión preventiva contra el director de la petrolera estatal en el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) después de que la Fiscalía diera por roto el pacto que lo había mantenido en libertad condicional hasta ahora.
López Obrador manifestó que “hay que tener confianza a la Fiscalía” y defendió que el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, es “un hombre recto, íntegro”, al que tiene “confianza”.
“No va a permitir la impunidad, no va a actuar por consigna, sabe que es un momento histórico el que estamos viviendo”, apuntó el presidente sobre el fiscal.
Asimismo, el mandatario lamentó que “en el caso Odebrecht, en todos los países se castigó a funcionarios corruptos menos en México”, y opinó que ahora “se debe castigar a todos los responsables de recibir sobornos” en esta trama.
Lozoya, acusado de recibir más de 10 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos de Pemex, fue capturado el año pasado en España y extraditado a México, donde cerró un acuerdo con la Fiscalía por el cual inculpó a otros políticos a cambio de no pisar la cárcel.
Lozoya inculpó a Peña Nieto y a su secretario de Hacienda Luis Videgaray, a quienes acusó de haber usado esos sobornos para la campaña electoral de 2012 y para comprar a legisladores de la oposición para que aprobaran la reforma energética de 2013.
Sin embargo, la Fiscalía dio por roto el acuerdo después de que Lozoya fuera captado comiendo en un lujoso restaurante asiático de la capital, un hecho que provocó enorme indignación en el país e incluso fue condenado por el presidente López Obrador.