Ciudad de México, 12 nov (EFE).- La inflación, meses de caída de consumo y la escasez de insumos por la disrupción de las cadenas de valor amenazan al “Buen fin”, la apuesta del Gobierno mexicano para incentivar las compras y reactivar la economía en el decisivo cuarto trimestre del año.
El programa de descuentos, que inaugura la temporada de compras navideñas y de fin de año en México, ocurre del 10 al 16 de noviembre, días después de revelarse que la tasa de inflación general subió en octubre hasta el 6,24% interanual, su mayor nivel desde finales de 2017.
También llega tras conocerse la tercera caída consecutiva del indicador mensual del consumo privado del mercado interior (Imcpmi), que se redujo un 0,61% en agosto frente a julio, según reveló el lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además, el Inegi divulgó este jueves la disminución mensual de 1,4% del indicador mensual de la actividad industrial en septiembre.
La disrupción global de las cadenas de suministro, la inflación y el hecho que la pandemia aún no termina marcarán las compras de fin de año en México, advierten expertos consultados por Efe.
“Vamos a tener que coexistir con esto durante un tiempo bastante fuerte y, sobre todo, lo vamos a padecer mucho esta temporada de alta demanda decembrina, cuando vamos a ver seguramente que estos precios van a incrementar”, expuso el economista Pablo López Sarabia, del Tecnológico de Monterrey.
OPTIMISMO OFICIAL
A pesar del panorama, “el suministro está garantizado” para el “Buen fin”, afirmó Manuel Cardona, director de Relaciones con Gobierno de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad).
“Nuestros asociados nos comentan que sus inventarios están completos, naturalmente al hablar de ‘completo’ nos referimos a un consumo natural y programado, pero afortunadamente siempre la realidad sobrepasa al ‘Buen fin’”, comentó.
El “Buen fin”, que alude a la expresión que en México se usa para desear “buen fin de semana”, tiene la meta de superar la derrama de 239.000 millones de pesos (cerca de 11.600 millones de dólares) alcanzada en 2020, cuando se duplicaron las ventas del año anterior.
Para el evento hay más de 131.000 empresas registradas, según la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
“Estamos ciertos, por el comportamiento que ha tenido en los últimos meses el consumo en las tiendas de nuestros asociados que el tema de la inflación no creo que alcance a afectar, por lo menos en estos próximos 10 días”, sostuvo Cardona.
PERO UNA META DIFÍCIL
El “Buen fin” ocurre tras la contracción trimestral de 0,2% que afrontó el producto interno bruto (PIB) nacional de julio a septiembre.
El Gobierno confía en que este programa ayude a alcanzar la meta de crecimiento mayor al 6% del PIB para 2021 tras el histórico desplome del 8,2% de 2020.
“Hagamos de este el mejor ‘Buen fin’ del periodo de recuperación y pasar al término de crecimiento económico”, declaró durante el arranque la secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier.
Sin embargo, los indicadores económicos, en particular el aumento inflacionario de 8,59% del índice nacional de precios productor (INPP), empañan el objetivo, según Edmar Ariel Lezama, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Esta cifra puede ser un indicador de que la actividad económica hacia fin de año quizá no tenga las cifras que habíamos planteado hace algunos meses”, detalló en entrevista.
Aun así, el “Buen fin” va “a maquillar un poco una cifra mala” en el decisivo tercer trimestre del año, opinó el profesor de la UNAM.
“Es normal que los consumidores sean un poco más precavidos hacia fin de año, sabiendo que el próximo año habrá incertidumbre en torno a si uno mantendrá un empleo formal o el incremento salarial”, manifestó Lezama.
Ante los temores de escasez de mercancías e insumos, que han impactado de sobremanera a la industria automotriz y las manufacturas de México, los expertos prevén problemas de encarecimiento antes que de escasez.
“Vamos a tener la realidad de que muchas industrias sí van a tener los productos, pero más caros. Aunque en otras sí el producto va a escasear porque las cadenas de suministro se rompieron”, indicó López Sarabia.