Ciudad de México, 6 dic (EFE).- Poder Prieto, una iniciativa mexicana impulsada por actores y actrices, toma más fuerza estos días con el inicio de un festival para visibilizar la discriminación que las personas de tez oscura padecen en la industria cinematográfica, y así abrir la conversación sobre el racismo en el país.
“Poder Prieto lo único que intenta para empezar es abrir la conversación. No pretendemos tener la razón, lo que pretendemos es hablar de nuestras razones. Hablemos todos de nuestras razones y entendamos que reconocer dolor ajeno y los obstáculos ajenos no impide que podamos reconocer los de otros”, dijo a Efe la actriz y productora Maya Zapata.
En una rueda de prensa, varios de los impulsores de Poder Prieto reflexionaron sobre la necesidad de cambiar narrativas y dialogar sobre el racismo y la discriminación en la industria, pero también en la sociedad mexicana en general, una intención que se verá reflejada en el primer festival de la iniciativa que se llevará a cabo el viernes en la Ciudad de México.
Con esto, se “desvirtualizará” por primera vez un movimiento que surgió en mayo pasado en redes sociales cuando actores y otros profesionales del campo racializados compartieron imágenes de sí mismos mostrando con orgullo su color de piel y reclamaron que las cosas cambien en una industria en la que todavía existe abundante racismo.
“Lo hacemos desde los medios audiovisuales porque es la trinchera en la que vivimos nosotros. Nos dimos cuenta que hay muchas cosas que suceden en medios y digamos que el medio cultural es la punta del iceberg y la cara cultural del racismo. Es la cara que nos ha educado en pensar que eso que sucedía era normal, hoy nos damos cuenta que no”, relató a Efe el actor Horacio García-Rojas
REFLEXIÓN Y ESCUCHA
El intérprete consideró que en América Latina es necesario “de entrada” reflexionar, preguntarse en qué punto se encuentra la sociedad actual y decidir si ese lugar es el idóneo.
“Eso no puede pasar sino a través de la reflexión, inclusive vernos al espejo reconocernos y empezar a pensar en cuál es nuestra historia y la de los que nos rodean”, compartió.
Por esto, uno de los espacios del Faro Cosmos estará lleno de espejos con la intención de que cada asistente pueda reconocerse ante los vidrios y reconciliarse consigo mismo.
En la conferencia de prensa de presentación del festival, que tuvo lugar en el Faro Cosmos, donde se llevarán a cabo las actividades el viernes, estuvieron presentes Zapata, García-Rojas, la actriz Vania Sisaí Rodsan, José Aguilar de RacismoMx, la secretaria de Cultura de la Ciudad de México Vanessa Bohórquez y la diputada local Indalí Pardillo.
El festival incluirá conferencias, actividades enfocadas al reconocimiento de la diversidad, talleres y un concierto, y durante la conferencia invitaron a que acuda todo el mundo que pueda sentir curiosidad o interés por el tema.
Con las actividades buscan que este festival, que esperan que sea el primero de muchos, repercuta en el diálogo interno de los asistentes, pero también quieren escuchar historias y generar una conversación que por años había estado prácticamente vetada.
“Tenemos esta idea de generar un México, un mundo empático porque nos estamos perdiendo de tener diferentes narrativas, perdiendo grandes talentos que por no tener un tono de piel o un color de ojos (determinado) están invisibilizados”, dijo el actor.
En relación a la necesidad de escuchar “otras historias”, Zapata consideró que en lo audiovisual tiene que reflejarse cada vez más la diversidad, porque la sociedad es diversa y porque de la televisión y el cine aprenden las generaciones más jóvenes, que son quienes luego estarán a cargo del mundo.
“No tenemos una sola historia, basta voltear a ver este salón para darnos cuenta de que somos todos muy diversos”, dijo.
EL PRIVILEGIO AL SERVICIO DEL CAMBIO
Y para los más de 200 integrantes de Poder Prieto es muy importante reconocer los propios privilegios, ya que algunos de ellos como Zapata, García-Rojas o el también actor Tenoch Huerta tienen, por su profesión y reconocimiento -al que les ha costado acceder-, la posibilidad de comunicar y ser escuchados, al menos, por una parte de la sociedad.
“Yo tengo el privilegio del trabajo constante y de tener cierto reconocimiento como actor, la idea es, ¿qué hago con ese privilegio y cómo lo ocupo (utilizo)?, para que, como a mí cuando empecé hubo individuos que confiaron en mí, se puedan abrir más espacios que confíen y crean en las personas que vienen estudiando, soñando con ser músicos, bailarines, médicos o abogados”, expresó García-Rojas.
Zapata coincidió con su compañero y reflexionó sobre la necesidad de poner los privilegios propios “al servicio del cambio” para crear una base igual de la que todas las personas puedan partir.