Atlanta (GA), 25 mar (EFE).- Autoridades sanitarias de Estados Unidos no anticipan en el país una nueva ola de covid-19 como la que está afectando a partes de Europa y Asia, causada por la versión BA.2 de la variante ómicron, más contagiosa pero menos severa que la original que provocó un número récord de casos y que tuvo su pico en enero.
“La situación en Estados Unidos tiene algunas diferencias importantes, primero que todo porque tenemos altos niveles de inmunidad en el país”, dijo este viernes John Brooks, asesor científico sénior de la Unidad de Respuesta de Emergencia para la covid-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los CDC estiman que más del 95 % de los estadounidenses ya tienen anticuerpos, adquiridos ya sea por la vacuna contra la covid-19 o por la propia enfermedad, “un porcentaje bien alto en comparación con otros lugares del mundo”, indicó el experto durante un foro organizado por la agencia federal y Ethnic Media Services.
“En segundo lugar, nuestra experiencia con ómicron fue bien reciente, por lo que la inmunidad adquirida en respuesta a la infección es relativamente reciente”, explicó Brooks, que también atribuye la protección a que más personas recibieron la dosis de refuerzo con la ola del ómicron a fines del año pasado y al principio de 2022, con lo que completaron el esquema de vacunación.
El asesor científico de los CDC dijo que, en general, los casos de covid-19 “han disminuido drásticamente en las últimas semanas y las cifras a nivel nacional permanecen cerca del mínimo histórico, lo cual es alentador”.
Sin embargo, apuntó que en algunas áreas del país se están registrando “pequeños incrementos” de casos, pese a que en otras zonas continúan cayendo.
“El leve aumento de casos se ha registrado en la última semana en el estado de Nueva York y en la ciudad de Nueva York, y en el número de personas hospitalizadas con el virus en Nueva Inglaterra, donde la variante ya está circulando a nivel superior al cincuenta por ciento”, aseguró Brooks.
La subvariante ha estado circulando en el país desde hace dos meses y representa actualmente el 35 % de los nuevos contagios de covid-19 en Estados Unidos. Sin embargo, no hay evidencia de que cause una enfermedad más grave ni parece más probable que evada la inmunidad, aunque es más contagiosa que la versión original, afirmó.
“Anticipamos que los casos continúen fluctuando, incluyendo incrementos en algunas comunidades”, sostuvo Brooks, y agregó que el país está mejor preparado para enfrentar un posible aumento de los casos y que ahora cuenta con un sistema de vigilancia de las aguas residuales para monitorear el virus.
“Si los casos aumentan, tenemos las herramientas: tenemos las vacunas, tenemos las pruebas, tenemos los remedios terapéuticos y estamos listos para reaccionar”, acotó.
