Ciudad de México, 21 abr (EFE).- Aunque la cantante Lupita Infante nació en Estados Unidos, desde pequeña se aferró a sus raíces mexicanas que se instalaron en su ser por medio del mariachi de las fiestas familiares y la presencia simbólica de uno de los ídolos más grandes de México, Pedro Infante, su abuelo.
“Acá (en Estados Unidos) la mexicanidad se expresa de cierta forma, te encuentras con gente mayor que extraña mucho a México y hay un aprecio por la música y la cultura mexicana porque lo tienes lejos y lo extrañas mucho. (…) Esa nostalgia para nosotros que hacemos música es muy importante porque a muchas personas les está dando vida”, cuenta este jueves Infante en entrevista con Efe.
Lupita (Los Ángeles, 1987) recuerda su infancia cantando en bodas y bautizos con el mariachi en turno y a toda su familia impulsándola para hacerlo.
En su cabeza y corazón quedaron plasmadas las escenas de las películas que protagonizó su abuelo -quien falleció en 1957 en un trágico accidente aéreo que conmocionó a la sociedad mexicana- y en conjunto con su legado musical, han sido parte de su inspiración para crear música desde su propia vivencia e identidad de mujer.
“Lo que siempre trato de tener en mente es que tú no vienes aquí, ni haces música para llenar los zapatos de tus antepasados. Estás aquí para contar tu propia experiencia, en mi caso como mujer. Eso bicultural que vivo a través de la musical y esa ha sido mi más grande meta”, asegura la cantante.
Eso lo ha podido plasmar en discos como “La serenata” que en 2019 que le mereció una nominación al Grammy Latino en 2020, pero asegura que su camino no ha sido sencillo y que a veces lo siente “largo y a veces muy corto”.
“Vengo con muchos años siguiendo esta carrera, dando pasos y aprendiendo y viendo cómo hacerle para llegar a donde estoy ahorita. Estoy viviendo un momento muy bonito disfrutando mucho de todo lo que estoy haciendo de la música”, afirma.
“HAZME TUYA”
Tras varios años como artista independiente, recientemente su carrera ha dado un giro profesional con la firma del contrato con Sony Music.
Entre las ventajas que le ha traído esta nueva mancuerna es la delegación de trabajos a los que ella estaba acostumbrada hacer, pero sobre todo la posibilidad de seguir haciendo la música en la que ella cree.
“Lo padre de haber sido una artista independiente por varios años fue a aprender hacer todo yo misma. Yo ya tengo mi equipo, sé cómo trabajo las canciones y Sony está de acuerdo en cómo hago las cosas y eso no va a cambiar”, asegura.
Sin embargo, confiesa sentirse feliz de que en la producción del video de su nuevo sencillo “Hazme tuya” se dedicó simplemente a ser “la artista y cantar”, cuando antes tenía que organizar desde el vestuario hasta el catering para el equipo, situación que la hizo notar el cambio más evidente desde su llegada a Sony.
El tema es parte de una nueva producción en la que ya está trabajando pero que se dará a conocer en su totalidad después de que varios sencillos sean expuestos al público.
“La meta es tener un disco completo, va a llevar temas en donde la mujer rompe con las ’normalidades’ (lo convencional) y de ciertas cosas como nuestras raíces como mexicanos”, adelanta.
REINVENTAR LA MÚSICA
Entre los proyectos que más le emocionan y le da nervios presentar al público, es la reinvención de la música de su abuelo, quien hizo popular himnos de la música vernácula mexicana como “Amorcito corazón” o “Cien años”.
“Me encantaría seguir experimentando, he hecho varios experimentos pero todavía no salen, quiero tomar las canciones de mi abuelito y hacer fusiones nuevas, hacer lo más bonito de lo clásico como los violines y la voz e incorporar sonidos diferentes. Tenemos que ir paso a paso, quiero que lo acepten y que no lo tomen a mal”, concluye.