Washington, 5 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, presumió este lunes ante los sindicatos de ser el defensor de los trabajadores en un intento por llevarse el voto de ese colectivo en las legislativas de noviembre, en las que los demócratas se juegan el control del Congreso.
“Dije desde el principio que iba a ser el presidente más favorable de los trabajadores en la historia de Estados Unidos y estoy cumpliendo esa promesa”, indicó en un acto en Milwaukee (Wisconsin) por el Día del Trabajo.
Biden, de 79 años, dejó claro que no es detractor de las grandes corporaciones en términos generales, sino partidario de que todo el mundo aporte lo que le corresponda: “El día en que las compañías multimillonarias no aportan nada se ha acabado”, dijo.
El pasado viernes, en el que declaró oficialmente este lunes como Día del Trabajo, ya había avanzado que su programa económico es una hoja de ruta “única” para reconstruir el país, “superar a cualquier otra economía del mundo y crear miles de puestos bien remunerados y de fabricación limpia”.
“Fabricantes de todo el mundo están viniendo a Estados Unidos, desde Corea y Japón y todas partes. ¿Por qué? Porque tenemos el entorno más seguro y a los mejores trabajadores del mundo”, añadió hoy.
Biden recordó a esa audiencia que “ni un solo congresista republicano” votó para proteger sus pensiones y subrayó también las reticencias de la oposición a que Medicare, el plan de cobertura sanitaria para los mayores de 65 años, pueda negociar el precio de las medicinas recetadas, una disposición incluida en la recientemente aprobada Ley para la Reducción de la Inflación.
“Vamos a tener que preguntarnos si queremos ser un país que avanza o que retrocede, si queremos construir un futuro u obsesionarnos con el pasado”, sostuvo a dos meses de que este 8 de noviembre tengan lugar los comicios de medio mandato.
Desde Milwaukee se dirigirá a Pittsburgh, en Pensilvania, para participar también hoy en un acto con sindicatos. Será su tercera visita a ese segundo estado, donde estuvo el pasado martes en Wilkes-Barre y el jueves en Filadelfia.
La presencia del expresidente Donald Trump (2017-2021) en Wilkes-Barre el sábado subraya la importancia de Pensilvania en las legislativas, en las que están en juego un tercio de los 100 puestos del Senado y los 435 de la Cámara de Representantes. Biden ganó en ese estado en las presidenciales de 2020 y Trump en las de 2016.