Washington, 6 sep (EFE).- Las autoridades sanitarias de Estados Unidos esperan que millones de personas se vacunen con la dosis de refuerzo adaptada a la variante ómicron del coronavirus este mismo mes, después de recibir el visto bueno de los reguladores la semana pasada.
“A medida que la gente vuelve al trabajo, a la escuela y a sus rutinas habituales, esperamos que millones de personas reciban la vacuna este mes”, aseguró durante una rueda de prensa este martes el coordinador del equipo de respuesta a la covid-19 de la Casa Blanca, Ashish Jha.
Este número probablemente aumentará a principios de octubre, cuando muchas personas acudan a vacunarse contra la gripe y decidan ponerse también la dosis actualizada contra ómicron, algo que, insistieron los expertos, es completamente seguro.
De esta manera, la estrategia del Gobierno estadounidense en su lucha contra la pandemia avanza hacia un futuro de vacunaciones anuales, de manera similar a la gripe común, para la mayoría de la población, explicó el epidemiólogo jefe del país, Anthony Fauci.
Aun así, las autoridades no descartan que las personas con mayor riesgo de enfermar gravemente por la covid, como la gente inmunocomprometida o los mayores, requieran dosis adicionales para estar protegidos.
Sus planes se refieren al caso “ideal” de que no surjan nuevas variantes o que las que aparezcan presenten solo ligeras diferencias frente a BA.5, la subvariante de ómicron contra la que está dirigida la nueva vacuna, y que representa actualmente más del 80% de las infecciones en el país.
La nueva dosis de refuerzo recibió el pasado miércoles el visto bueno de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) a pesar de no contar aún con estudios clínicos sobre sus efectos en humanos.
Sin embargo, los estudios de una versión anterior de la vacuna que estaba dirigida a la subvariante BA.1, la primera versión de ómicron, además de su uso en ratones de laboratorio, hacen pensar a los expertos del Gobierno que las nuevas vacunas son completamente seguras y efectivas a la hora de proteger contra ómicron.
La aprobación de las nuevas vacunas supone “un gran paso” en la lucha contra la pandemia, según Jha, y que pone a Estados Unidos a la cabeza de la lucha contra las nuevas subvariantes de ómicron. Canadá y Reino Unido, por ejemplo, han aprobado dosis de refuerzo dirigidas contra BA.1, pero no contra BA.5, que es la dominante.
Este hito se produce a pesar de las continuas advertencias de Jha y su equipo de que se necesitan más fondos para luchar contra la covid.
Para conseguir un suministro suficiente de vacunas gratuitas para los estadounidenses, las autoridades sanitarias se han visto obligadas a cortar la financiación de programas de test y de compra de Equipos de Protección Individual (EPI) para trabajadores sanitarios.
Son “decisiones imposibles” que Jha preferiría no tener que tomar, por lo que urgió a los legisladores del país a aprobar su petición de fondos suplementarios por valor de más de 22.000 millones de dólares para luchar contra la pandemia, algo que permitiría al país “prepararse, en lugar de reaccionar” a los efectos del virus.