Washington, 20 nov (EFE).- Unas horas después del tiroteo masivo en un club nocturno estadounidense que ha acabado con la vida de al menos 5 personas, el presidente Joe Biden aseguró este domingo que hay una “epidemia” de agresiones contra el colectivo LGBTQI+
“La violencia armada continúa teniendo un impacto devastador y particular en las comunidades LGBTQI+ en todo nuestro país y las amenazas de violencia van en aumento”, apuntó el presidente en un comunicado.
El suceso se produjo en el municipio de Colorado Springs en un local para adultos llamado Club Q, que acoge entre otras actividades espectáculos de travestismo, y está siendo investigado como un posible crimen de odio.
Un joven de 22 años identificado como Anderson Lee Aldrich está detenido como el presunto autor del tiroteo en el que han muerto al menos 5 personas y 18 más han resultado heridas, algunas gravemente.
“Si bien aún no está claro el motivo de este ataque, sabemos que la comunidad LGBTQI+ ha sido objeto de una terrible violencia de odio en los últimos años”, apuntó Biden.
El mandatario recordó lo sucedido en Orlando en 2016, cuando 49 personas que asistían a una fiesta latina en la discoteca Pulse de ambiente gay, murieron en un tiroteo a manos del guardia de seguridad de origen afgano Omar Mateen, que juró lealtad al Estado Islámico antes de caer muerto por los disparos de la policía.
“Lo vimos hace seis años en Orlando, cuando nuestra nación sufrió el ataque más mortífero que afectó a la comunidad LGBTQI+ en la historia de Estados Unidos. Seguimos viéndolo en la epidemia de violencia y asesinatos contra las mujeres transgénero, especialmente las mujeres transgénero de color”, recordó Biden.
El presidente dijo que “sucede con demasiada frecuencia” que los lugares que “se supone que son espacios seguros de aceptación y celebración” se convierten en “lugares de terror y violencia”.
“Debemos eliminar las desigualdades que contribuyen a la violencia contra las personas LGBTQI+. No podemos ni debemos tolerar el odio”, apuntó Biden, quien insistió en la necesidad de “abordar la epidemia” de “la violencia armada en todas sus formas”.
El suceso de Colorado Spring se produjo cerca de la media noche del sábado. Según explicó la policía, se recibió una llamada de alerta en torno a las 11.56 hora local (06.56 GMT) y unos minutos después varias patrullas acudieron al lugar.
El sospechoso, que fue reducido por algunos de los presentes en el club, fue detenido y posteriormente puesto bajo custodia. El jefe de la policía, Adrián Vásquez, precisó que el asaltante entró en el club e inmediatamente comenzó a disparar a los asistentes.
“Mientras el sospechoso estaba dentro del club, al menos dos personas heroicas lo confrontaron, pelearon con él y pudieron evitar que continuara con la matanza”, añadió.
Los heridos fueron transportadas en vehículos privados a varios hospitales.
En el lugar han sido encontradas al menos dos armas de fuego. Aldrich utilizó un rifle largo durante este tiroteo y la policía está investigando si hubo otras personas que ayudaron al sospechoso.
A través de la red social Facebook, el Club Q se declaró “devastado por este ataque sin sentido” a la comunidad.