Puebla (México), 19 feb (EFE).– El Carnaval de Huejotzingo, ciudad del estado de Puebla, centro de México, vive durante cuatro días la alegría, el estruendo y los colores de las fiestas paganas donde se presentan danzas a ritmo de banda, quema de pólvora y detonaciones, en una tradición que marca el calendario católico.
La edición 155 del Carnaval, uno de los eventos culturales más importantes y destacados del estado de Puebla, se celebra de sábado a martes con el empuje de la comunidad y la emoción de los visitantes.
El sábado en la primera jornada, los participantes llevaron a cabo la toma de la Plaza de Armas por los zapadores, zacapoaxtlas, zuavos e indios, personajes que participaron en la histórica Batalla del 5 de Mayo, que son el Ejército francés y los habitantes de Zacapoaxtla, así como los primeros habitantes de la ciudad donde se lleva acabo el carnaval.
En estos cuatro días, más de 1.000 danzantes recorrerán las calles principales de la ciudad, diariamente, en donde mostrarán sus trajes brillantes, bordados a mano con diferentes accesorios que lo hiciera diferente al de los demás, algunos de ellos luciendo el modelo exclusivo que solicitaron y que alcanzaron costo entre los 40.000 pesos y 70.000 pesos (unos 2.200 dólares y 3.800 dólares).
Durante los recorridos, familias completas portan trajes y mosquetones, bailan a ritmo de la banda de música, otros más, en grupos de amigos, detonan sus armas y pólvora, para anunciar que su pueblo está de fiesta.
Los participantes coinciden en que su carnaval representa la unión familiar y social que se ha perdido en los últimos años, ya que así demuestran que solo juntos se pueden hacer grandes cosas, asimismo muestran el amor que le tienen a la tierra que los vio nacer.
Los mosquetones o rifles de madera con los que detonan la pólvora están creados al gusto, algunos tallados en madera con imágenes de leopardos, lobos o solo de madera labrada, otros con uno o dos cañones que son cargados una y otra vez para hacer cimbrar el piso y las casa que encuentran a su paso.
El estruendo de los rifles hace “temblar” la ciudad durante todo el día y así seguirá hasta el próximo martes, ya que los danzantes de los cinco diferentes batallones alistaron sus armas para esta ocasión especial en la que recorren las calles de este municipio.
Enrique Morales, uno de los miles de danzantes, compartió en entrevista con EFE que esta tradición es única, donde todos buscan participar, ya que los llena de alegría recordar para qué se realiza y que representa en su municipio, pensando en poner en la mira esta festividad que pone que Huejotzingo como el número uno en carnales.
“Cada año se realiza el carnaval donde se representan tres eventos principalmente, la Batalla del 5 de Mayo, el primer matrimonio indígena y el robo de la hija del Corregidor”, expuso.
Contó que tienen 32 años participando en el carnaval. Su padre lo llevó desde que tenía un año, lo llevaba a danzar y con su vestuario para no romper la traición familiar, pero sobre todo para que se sintiera orgulloso de sus tradiciones
Jorge Mendez, danzante y representante de los Indios Serranos, compartió que tiene 46 años bailando y danzando por las calles de la ciudad, además se siente orgulloso de sus raíces y de poder transmitir a sus nieto esta misma felicidad, ya que es quien lo acompaña en la actualidad con tan solo 5 años.
“Esto viene desde nuestros antepasados, para mí es una alegría, es salir, es desestresarse del trabajo, de todo el ambiente que se vive”, comentó.