Ciudad de México, 24 feb (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró este viernes su solidaridad con Lilia Paredes, la esposa del depuesto mandatario peruano Pedro Castillo, tras sostener el jueves una reunión con ella en el Palacio Nacional.
“No puede uno callar ante la injusticia, nosotros vamos a seguir apoyando a la señora del presidente Pedro Castillo, y a eso vino, y la abracé y expresé mi solidaridad con el pueblo del Perú, sobre todo con el pueblo humilde, pobre, indígena, humillado”, declaró López Obrador en su rueda de prensa diaria.
Paredes, quien desde diciembre tiene asilo político en México tras el encarcelamiento de Castillo por intentar un autogolpe de Estado, se reunió con el mandatario mexicano para buscar que su Gobierno eleve sus reclamos para la liberación de su esposo.
López Obrador indicó que “México va a seguir apoyando al presidente injusta e ilegalmente destituido y va a seguir demandando que se le libere. No puede estar en la cárcel, es una gran injusticia”.
“La recibí. Ella es una mujer excepcional, una mujer humilde, buena, que vino a agradecerme por lo que se hizo con ellos, a platicarme de sus hijos que ya están estudiando, su hija de 10 años, su hijo de 14″, narró el presidente.
“Estamos procurando que no les falte nada, ayudarlos, está llena de sentimiento y pues también pidiéndonos que no abandonemos a su esposo. Nosotros consideramos que fue una gran injusticia el haberlo destituido de su cargo porque él fue electo por el pueblo, además violaron la Constitución los conservadores del Perú”, expresó.
El gobernante mexicano reiteró su acusación de que la ahora mandataria de Perú, Dina Boluarte, es una “presidenta espuria”.
También condenó la muerte de cerca de 60 personas, según sus cálculos, en las protestas contra el Gobierno de Boluarte.
“He visto encuestas en donde la presidenta espuria tiene el 15 % de aceptación, el 85 % la desaprueba. Pero todavía tiene menos aprobación el Congreso, los diputados. Tienen el 90 % del rechazo, 90 %, y aún así ellos mandan con las bayonetas, con la represión, con la fuerza”, sostuvo.
El presidente insistió en que detrás de la destitución de Castillo “hay lamentablemente mucho racismo y clasismo, y muchos intereses creados en el Perú porque es un país con muchos recursos naturales y esos recursos naturales son muy ambicionados por las grandes empresas trasnacionales, apoyadas por gobiernos extranjeros”.
Asimismo, cuestionó el supuesto silencio de la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la crisis.
“La OEA y su organismo de derechos humanos están al servicio de los potentados”, sentenció.