Denver (CO), 17 abr (EFE).- Pese a la existencia de leyes vigentes que prohíben a autoridades locales de Colorado cooperar con agentes federales de inmigración, esa cooperación continúa, resultando en “acciones agresivas” que incluso infringen los derechos básicos de los inmigrantes, revela un informe difundido hoy por la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
El estudio, supervisado por la doctora Elizabeth Kiehne, profesora en la Facultad de Trabajo Social de CSU, encontró que tanto municipalidades como departamentos de policía de Colorado siguen colaborando con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y que los agentes se muestran “agresivos y autoritarios” y llegan a “forzar” a los inmigrantes a abandonar el país.
Kiehne y sus colaboradores analizaron datos públicos del ICE, realizaron cuatro consultas comunitarias con inmigrantes y completaron 17 detalladas entrevistas con inmigrantes viviendo en Colorado, la mayoría de ellos mujeres mexicanas, madres de cuando menos dos hijos y con más de 15 años en Estados Unidos.
Los investigadores determinaron que las experiencias de los inmigrantes al interactuar con el sistema migratorio actual incluyen tratamientos injustos o negligentes, racismo y “prácticas engañosas para sembrar desconfianza en la comunidad”.
“El tema no es solo que el sistema destroza familias, desestabiliza la unidad básica de la sociedad y encarcela innecesariamente a las personas, aunque eso ciertamente sería suficiente para justificar una revisión (de las leyes de inmigración)”, dijo Kiehne en declaraciones enviadas a EFE.
“El problema también radica en la forma en que los agentes del orden y el personal del centro de detención de indocumentados realizan su trabajo: deshumanizante y traumatizante”, agregó.
Kiehne es experta en el uso de “metodologías cuantitativas para estudiar el contexto sociopolítico y su impacto en la integración y el bienestar de las familias inmigrantes en EE.UU.”, ha escrito varios libros sobre el tema y realiza frecuentes viajes de estudio a América Latina.
Según Kiehne, quien vivió en República Dominicana, el accionar “autoritario” del ICE es algo que “nuestras comunidades de inmigrantes conocen bien, pero que los legisladores y el público en general ignoran voluntariamente”.
“Gracias a su disposición de contar en detalle sus historias de dolor y sufrimiento, los participantes en esta investigación expusieron vívidamente la parte más vulnerable del sistema de aplicación de las leyes de inmigración”, expresó.
Entre esos testimonios figura el de Josefina, de 38 años y madre de cuatro hijos, cuyo hijo de 17 años, el único inmigrante en la familia, fue “tratado de tan mala manera” al ser arrestado por agentes del ICE. Por el trauma experimentado, Josefina aún necesita terapia.
Ángel, de 67 años y 45 de ellos en Estados Unidos, aseveró que los agentes del ICE “de todas las maneras posibles son muy agresivos” y “te gritan sin motivo y te humillan”.
El reporte sugiere que la Legislatura de Colorado apruebe “políticas públicas para proteger a los inmigrantes de abusos por parte de agentes federales de inmigración y para salvaguardar los derechos de los inmigrantes”.
Un proyecto de ley al respecto, impulsado por las legisladoras latinas Lorena García y Julie Gonzales, quedó varado en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes estatal desde el pasado 27 de febrero.
“Los legisladores de Colorado tienen la oportunidad en esta sesión de dar el siguiente paso para poner fin a la cooperación entre la policía local y los agentes de inmigración. Se ha demostrado que esa cooperación causa que nuestras comunidades sean menos seguras para todos”, expresó Siena Mann, directora de campaña de la Coalición de Colorado por los Derechos de los Inmigrantes (CIRC).