Espacio Poético
Por: Sonia M Martin
La Dulzura
Por el niño dormido que llevo, mi paso se
ha vuelto sigiloso. Y es religioso todo mi
corazón, desde que lleva el misterio.
Mi voz es suave, como una sordina de
amor, y es que temo despertarlo.
Con mis ojos busco ahora en los rostros
el dolor de las entrañas, para que los demás
miren y comprendan la causa de mis mejillas
empalidecidas.
Hurgo con miedo de ternura en las
hierbas donde anidan codornices. Y voy
por el campo silenciosa, cautelosamente:
creo que árboles y cosas tienen hijos
dormidos, sobre los que velan inclinados.
Me ha besado
Me ha besado y ya soy otra: otra, por
el latido que duplica el de mis venas y
por el aliento que se percibe entre mi
aliento. Mi vientre ya es noble como mi
corazón…
Y hasta encuentro en mi hálito una
exhalación de flores: ¡todo por aquél que
descansa en mis entrañas blandamente,
como el rocío sobre la hierba!
El Amanecer
Toda la noche he padecido, toda la
noche se ha estremecido mi carne por
entregar su don. Hay sudor de la
muerte sobre mis sienes; pero no es la
muerte, ¡es la vida!
Y te llamo ahora Dulzura Infinita a
Ti, Señor, para que lo desprendas
blandamente.
¡Nazca ya, y mi grito de dolor suba
en el amanecer, trenzado con el canto de
los pájaros!
Poemas de Las Madres
-Una tarde, paseando por
una calle miserable de Temuco, vi a una
mujer de pueblo, sentada a la puerta de
su rancho. Estaba próxima a la
maternidad, y su rostro revelaba una
profunda amargura.
Pasó delante de ella un hombre, y
le dijo una frase brutal, que la hizo
enrojecer.
Yo sentí en ese momento toda la
solidaridad del sexo, la infinita piedad
de la mujer para la mujer, y me alejé
pensando:
-Es una de nosotras quien debe
decir (ya que los hombres no lo han
dicho) la santidad de este estado
doloroso y divino. Si la misión del arte
es embellecerlo todo, en una inmensa
misericordia, ¿por qué no hemos
purificarlo, a los ojos de los impuros,
esto?
Y escribí los poemas, con intención
casi religiosa.
Algunas de esas mujeres que para
ser castas necesitan cerrar los ojos sobre
la realidad cruel pero fatal, hicieron de
estos poemas un comentario ruin, que
me entristeció, por ellas mismas. Hasta
me insinuaron que los eliminase de un
libro.
En esta obra egotista,
empequeñecida a mis propios ojos por
ese egotismo, tales prosas humanas tal
vez sean lo único en que se canta la Vida
total. ¿Había de eliminarlas?
¡No! Aquí quedan, dedicadas a las
mujeres capaces de ver que la santidad
de la vida comienza en la maternidad, la
cual es, por lo tanto, sagrada. Sientan
ellas la honda ternura con que una
mujer que apacienta por la Tierra los
hijos ajenos, mira a las madres de todos
los niños del mundo!
Quien era Gabriela Mistral y donde nació
Gabriela Mistral era maestra de escuela, poeta y escritora. Nació con el nombre de Lucila Godoy Alcayaga y llegaría a convertirse en una de las más relevantes figuras de la literatura universal.
Su vida, su pensamiento social, político y su obra en general siguen siendo motivo de estudio y polémica. Gabriela Mistral es y será una de las poetas más
notables de la literatura chilena y latinoamericana. Es considerada un referente de la poesía universal femenina y en 1945 recibe el Premio Nobel de Literatura. Fue la primera mujer y primer escritor latinoamericano en recibir este distinguido galardón.
Nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, ciudad nortina situada en el hermoso y cálido Valle de Elqui entre cerros, terremotos y temblores que caracterizan la zona. A ella le gustaba decir que había nacido entre treinta cerros. Fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga según consta en los registros parroquiales de Vicuña. Era de familia humilde. Sus padres fueron un profesor, Juan Jerónimo Godoy Villanueva quien le inculcó el amor a la lectura, escritura y en especial a la poesía. Y su madre, Petronila Alcayaga Rojas, modista, quien no estaba de acuerdo con los sueños de su hija ni como maestra y mucho menos como escritora o poeta.
Gabriela Mistral falleció en Nueva York en 1957.
Bibliografía consultada:
Cuneo, Ana María. “Para leer a Gabriela Mistral.” Santiago: UNAB, Cuarto Propio, 1998
Mistral, Gabriela. “Poemas de las Madres. The Mothers’ Poems.” WA: Eastern, 1996.
Mistral, Gabriela. “Prosa de Gabriela Mistral.” Santiago: Universitaria, 1998
Mistral, Gabriela. “Gabriela Mistral En verso y Prosa, Antología.” Real Academia Española, Edición Conmemorativa. 2010
Pizarro, Ana. “Gabriela Mistral El proyecto Lucila.” Santiago: Lom, 2005
Sonia M Martin es periodista, escritora y poeta. Es asimismo profesora de literatura, sociología del teatro Latinoamericano, así como profesora de historia del arte e historia del traje. Ha publicado varios libros y tiene premios literarios en Latinoamérica y en Estados Unidos.
Madre de tres hijos y abuela de seis nietos. Cuida una colonia de gatos salvajes y tiene en su casa varios gatos y gatas. Practica Yoga, Tai Chi, Fitness y Danzas Orientales; se inició en las Danzas Orientales a los 75 años y al día de hoy, Sonia tiene unos saludables y energéticos 86 años.
Adora los felinos y es protectora de la fauna y del Planeta Tierra. Baila en diversos festivales de Danzas Orientales y baila en donde la inviten a bailar. Su pasión es leer, escribir, bailar, tejer, cocinar, cuidar sus gatos y tener muchos amigos. Adora las redes sociales y el WA.