Ciudad de México, 28 may (EFE).- La Iglesia católica mexicana condenó este domingo la violencia contra los sacerdotes en el país, e hizo un llamado a participar en la construcción de la paz para frenar este tipo de situaciones.
En un editorial publicado en el semanario Desde la Fe, la Iglesia calculó que unos 70 religiosos han sido asesinados en México en las últimas tres décadas y en esta semana, expuso, ocurrieron dos hechos violentos contra sacerdotes.
“El atentado fallido con arma blanca contra el arzobispo de Durango, don Faustino Armendáriz Jiménez (en plena Catedral), y el asesinato del fraile agustino Javier García Villafaña, sacerdote de Morelia, quien fue ultimado en su auto mientras viajaba por carretera para celebrar una Misa en una pequeña localidad”, apuntó.
Recordó que hace 30 años se dio el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, entonces arzobispo de Guadalajara, y desde ese momento, las voces que “clamaban justicia” se siguen escuchando en muchas otras ciudades.
“El crimen organizado sigue cobrando vidas de ministros ordenados y de muchas otras personas”, acusó.
Sin embargo, destacó, no sólo el crimen organizado es el responsable de la violencia que se vive actualmente, pues “el tejido social, cuyo elemento principal es la familia, ha sido debilitado, diluyendo así la transmisión de los valores universales, entre ellos el respeto a la vida”.
Afirmó que el entramado social es “endeble” y por ello es necesario el esfuerzo coordinado de todos los actores que permita apuntalarlo para “poder construir desde ahí la paz duradera”.
Señaló que, “más que cualquier otra institución” la Iglesia católica tiene una conciencia clara de lo que acontece en el país, pues diariamente experimenta, “incluso en carne propia”, el dolor de las víctimas, muchas veces revictimizadas por el sistema de justicia y “abandonadas a su suerte en medio de la impunidad”.
Ante ello, recordó, la Iglesia ha asumido iniciativas como jornadas de oración mensuales, conversatorios por la paz, diálogos comunales sobre justicia y seguridad y la utilización de la plataforma “Enciende una luz”, dirigida principalmente a los familiares y amigos de las víctimas.
“No podemos claudicar ni como Iglesia ni como sociedad. ¡Todos queremos la paz!”, enfatizó.
Finalmente, dijo que la Iglesia “sigue caminando con el dolor a cuestas” por la muerte de sus ministros y laicos comprometidos; además de recoger diagnósticos y recuperar las buenas prácticas de cada localidad y rumbo al Diálogo Nacional por la Paz, en septiembre próximo, con el fin de construir una Agenda Nacional de Paz.
Este llamado se da luego de que hace unos días el Gobierno de México reportara que el número de homicidios dolosos subió un 0,26 % interanual en el primer cuatrimestre de 2023 hasta los 9.912 asesinatos, un promedio de 83 al día.